Entre el destino y el deseo

Dicen que somos dueños de nuestra realidad,

arquitectos de sueños y senderos,

pero a veces, por más que movamos las piezas,

el tablero se rinde a vientos ajenos.

Querer es poder, dicen sin titubeo,

pero hay hilos invisibles que tejen lo incierto,

y aunque anhelemos con alma y empeño,

no todo se posa en nuestras manos en tiempo.

No todo deseo es una necesidad,

a veces es solo un susurro del alma,

un eco perdido en la inmensidad,

una estrella que arde, pero no alcanza.

Dicen que el destino ya está escrito,

dicen que tú forjas tu camino,

yo digo que el corazón, errante y bendito,

hallará su verdad en su propio latido.

Avi-