Soy un río andante.

David Medina

Soy un río andante,
sin ti, soy un río andante.
Redención mía, no hay consuelo para el condenado a la vida.
¡Al diablo con las reglas, los sonetos, los poemas!
Los hombres de caras largas, de rostros cansados,
que se mueran también las rosas, las flores.
¡Tumba de pétalos!
Hice un pacto con la primavera para que todas las espinas se claven en tu alma.
Pero ese pacto parece solo desgarrarme a mí.
Soy un río andante de rojo carmesí, de cristales rotos, rubíes y lágrimas.

Un río que se desangra en las calles,
sin ti, una tumba de espinas.
Voy con las costillas expuestas al viento,
como madera que florece tu nombre,
seguí tus pasos, por donde nunca anduviste.
¡Qué patético soy!

Sin ti, que se mueran las rosas, las estaciones del año.
Lo bello y lo que alguna vez fue esperanza, también muere.
Sin ti soy herida, un río andante que se desangra en los lugares donde fuimos felices.
Que los pájaros canten fúnebres canciones,
y el cielo, vestido de luto, recoja mi cadáver.

Y sin ella, la vida misma es sufrimiento encarnado.
En mis venas, riachuelos murmurantes,
en mis articulaciones, crujidos de hojas secas,
en mi piel, manto de tierra cálida,
dolor célula por célula, átomo por átomo,
gota por gota, lágrima por lágrima.

Que seas feliz, murmullo de olvido,
tú, mi redención...

Yo: soy un río andante.

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  • Autor: Forajido (Seudónimo) (Online Online)
  • Publicado: 8 de julio de 2025 a las 04:03
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 1
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