Novela Corta: El Hielo Frío en la Piel
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez
Seudónimo: EMYZAG
Comenzada: 5 - 7 de julio de 2025…
Publicada: 7 de julio de 2025…
Terminada: 7 de julio de 2025…
Editada: 7 de julio de 2025…
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7104 Palabras 10 Páginas
~ * ~Sinopsis:
~ * ~ Águeda, cada vez, que siente el hielo frío en la piel es cuando ella dice una mentira…
Sucesos:
- Águeda hace un pacto con el diablo que, cada vez, que sienta el hielo en su piel es por una mentira que ella expresa…
- La primera mentira de Águeda… y ¿qué le sucede?... residencia…
- La segunda mentira de Águeda… y ¿qué le sucede?... vacaciones y ella con su tío quedará…
- La tercera mentira de Águeda … y ¿qué le sucede?... que se va de vacaciones…a una playa lejana de la ciudad…
- La cuarta mentira de Águeda … y ¿qué le sucede?... no puede ir a la casa de la niña porque va a una fiesta de boda de su tía…
- La quinta mentira de Águeda … y ¿qué le sucede?... el tío la busca a la escuela y la otra niña le pregunta al tío y ella dice con otra mentira y de frente al tío que el fin de semana se va de vacaciones a Italia… y el tío la tapa…
- Águeda no soporta que una mentira pueda sostenerse con otra mentira y… ¿qué ella hace o dice?...
- Águeda se enfrenta a su situación delicadamente…
- ¿Qué hace Águeda con tanta mentira? y, ¿cómo se disculpa ante sus seres queridos quienes ofendió y les ocultó toda la verdad?…
- Águeda dice su primera verdad y, Águeda ¿qué hace con la verdad?...
Águeda es una niña joven de esas que expresan muchas mentiras para salir del trance peligroso que les acecha alguna vez la vida. Águeda es feliz, totalmente feliz, cuando en el percance de la única verdad desea ser más feliz que nadie y, más, que nunca en la vida. Águeda quedó con sus ojos de color azul apuntando hacia el horizonte y velando todo lo que había pasado en un santiamén. La vida de Águeda quedó como ese horizonte caudaloso, frío y muy recto como línea que divide el mar del cielo. Águeda quedó como el dolor o como el rico porvenir dentro del comienzo sabroso de un solo e insistente camino absoluto cuando ella sabe a lo que va si expresa mentiras que sabe que no son la más fría verdad. Águeda quedó como forjando el dolor y, más que eso, como el recelo de la única verdad que hechizó la vida y el tiempo con las mentiras que expresa desde que el sentimiento y el presentimiento la dejó como un solo destino frío y tan álgido. Águeda fue como el suburbio autónomo en expresar todas las mentiras que le salió de ese malvado corazón, con rencor, y con odio, cuando ella cree que es odiada por la aventura de ser Águeda, sí, la muchacha de ojos de color azul como el mar. Águeda quedó como el horizonte lleno de calor y de frío cuando en el alma y en el corazón de ella fue suspicaz como el tormento frío porque quedó más como el frío en la piel y como un gélido viento que, sólo, socavó muy dentro de la única verdad y esa era la única verdad que el silencio era mejor, pero, Águeda prefirió expresar mentiras. Águeda hace un pacto con el diablo para que le resguarde todas sus mentiras en un cofre de oro y, que cada vez que sienta el hielo en su piel es por una mentira que ella expresa y que a Dios no le agrede. Águeda toma un alfiler en el atrio de su hogar y decide cortar el dedo índice para realizar un pacto con el diablo y es que cuando ella siente el hielo frío en la piel es por decir una mentira. Las mentiras se sostienen con otra mentira, pero, Águeda no petrifica más la espera inesperada en caer sobre el horizonte desnudando todo el frío que ella siente y que petrifica, más, en su sola piel que por expresar una sola idea marca el trayecto en recto camino. Águeda quedó como ese horizonte, cruel, frío y tan gélido como el viento, el que socava una sola idea marcando la única verdad que dice cuando expresa mentiras. Águeda se formó y se informó calladamente e inconscientemente que el diablo es el que hace mentir, a veces, a la gente, que los hace malos, mentirosos, y ávidos en deseo en hacer pecar al corazón. Águeda, con un rumbo a seguir, solapó su esencia y su presencia en saber discernir de una mentira hacia una sola verdad. Águeda toma el alfiler con mucho cuidado y hace una incisión oblicua e inocua en su dedo índice para poder crear el pacto con el diablo en sentir el frío hielo en la piel desde que la fuerza y la esperanza alcanza a la mentira en su boca y entre sus labios. Águeda se queda con la vida, con la mentira y con la verdad muy dentro de sí, cuando se torna que la verdad aflora en su interior como en su solo corazón. Águeda realiza el pacto con el diablo y espera ser llamada para convertir su mundo en un delirio total y de mentiras socavando muy fuerte en su solo interior una fuerza en poder creer que las personas crean sus mentiras. Águeda expresa con todo el sentimiento que el deseo se convierte en dulce atracción al decidir que la fuerza del espíritu diabólico es más fuerte que la razón o la sola verdad. Águeda se corta el dedo índice con el alfiler cuando le expresa al diablo, así… -¨Oh, diablo te entrego hasta mi sangre y todo para que me guardes todas las mentiras en un cofre de oro, pero, si siento el hielo frío en la piel es que es Dios quien me regaña…¨-. Águeda se expresó así ante el diablo cuando pactó con el diablo un pacto de impacto por el tacto que ella puede sentir por no revelar toda la verdad de todas sus mentiras que guarda con recelo de la sola verdad. Águeda quedó como el dolor o como todo el amor suspirando en el juego del alma y del amor como la misma fuerza que esperó porque todas sus mentiras tuvieran fuerza y que sobrevivan en el tiempo y en las personas.
Águeda va de rumbo hacia la única dirección a la escuela donde estudia. Águeda quedó como el dolor cuando una niña le pregunta así… -¨Águeda, ¿dónde vives?¨-. Águeda es una niña pobre, pero, muy decente, aunque, expresa algunas mentiras que la van llevando hacia el abismo o precipicio más frío que el hielo frío que le cae en la misma piel. Águeda no sabe qué contestar y piensa una sola cosa que si expresa la verdad a sus padres estarían orgullosos de ella, pero, si expresa la mentira sus padres se sentirán mal. Águeda sucumbe en un delirio permanente porque la pregunta le cae como el dolor en el dedo gordo del pie derecho. Águeda quedó patidifusa y estupefacta queriendo ver el cielo lleno de un sol y se recordó el pacto con el diablo. Águeda, ¿qué hizo?, pues, expresa su primera mentira y le contesta a la niña que… -¨mi residencia está ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa…¨-, y a Águeda, ¿qué le sucede?, pues, le cae en primera instancia el frío hielo en la piel, es como un frío que ella siente porque, cada vez, que expresa una mentira le cae ese frío en la misma piel. Águeda quedó en el suburbio automatizando la espera inesperada en poder creer que el silencio socavó en su instinto cuando ella desea expresar la verdad, pero, la mentira la va llevando hacia un cruel destino por sentir el agua fría y la gota fría del hielo frío en la piel por encomiendas de un Dios que todo lo ve y lo puede. Águeda quedó inmortal con la mentira que expresó a la niña, pero, la niña quedó complacida con la respuesta. Águeda cambia enseguida la conversación de la niña para no seguir expresando más mentiras cuando, encrudece de espantos con las preguntas y, más, siente el hielo frío en la piel. Águeda quedó con el hielo frío en la piel cuando logró llegar a su hogar, sólo, sucumbió en un trance y fue a la cama a pensar lo sucedido con la niña. Águeda quedó con el temor o el miedo dentro de sí y, todo, porque pudo ser atrapada entre la cruel mentira o peor, aún, ser revelada ante una terrible mentira. La niña Águeda, con sus ojos de color azul como del mar, nuevamente, le cae la gota fría en el cuerpo y, más, el hielo frío en la piel cuando, sólo, pensó en la cruel mentira que le expresó a la niña compañera de clases. La única verdad es que Águeda sabe y la toma como escudo sin poder liberar la mentira que le expresó a la niña. Águeda, sólo, quiso ser como el sol o como el cielo dejando saber que brillará con todo por demostrar que su mentira es la verdad para ella. Águeda quedó como el soporte de una mentira sosteniendo a la mentira con otras mentiras y, así, poder salir airosa del trance y del percance. Águeda quedó como el celo o como la insistente verdad queriendo ser como la era en una sola verdad fría porque quiso ser tan fuerte como la vil mentira, pero, sólo, socavó muy dentro de su alma y de su corazón la única verdad. Águeda quedó como la ira trascendental o como la única verdad friolenta cuando le cae una gota fría en el alma y, más, en el corazón por romper estándares de una sola verdad cierta y certera. Águeda irrumpe en su cruel destino con una sola fría verdad y es que le expresó a la niña, así… -¨mi residencia está ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa…¨-. Esa fue la verdad para Águeda, pues, sí, y le cayó, a primera instancia e insistencia, la primera gota fría sintiendo el hielo frío en la piel. Águeda, sólo, calmó en redención una sola verdad que fue como el aire o como la única verdad cuando quiso ser como la mentira una sola verdad que no enfríe el tiempo, la piel y, más, el corazón. Águeda quedó como el rencor o como el odio en el solo corazón que difundió en un, sólo, mal comienzo la era sin precedente como la misma insistente calma en haber expresado la única verdad a ésa niña.
Águeda acude a la escuela como todos los días. Águeda desea ser feliz, sí, completamente ser feliz con toda mentira o con toda verdad, aunque, le duela más, pero, ella, sólo, recuerda el pacto de impacto con el solo diablo para ocultar sus mentiras con más mentiras cuando ella prefiere a las mentiras. Águeda quedó como el dolor o como el amor en cada recelo de vida cuando en el corazón y en el cuerpo, sólo, deja en sentir la única fuerza en esperanza porque sus mentiras no se vayan en descontrol. Águeda quedó como la vil mentira encubriendo toda verdad, pero, no quedó, más ni menos, que aflorar otra mentira más para encubrir la primera mentira que le dijo a la niña. Águeda se halla en la escuela y, otra vez, ve a la niña con sus insistentes preguntas. Águeda esquiva las preguntas de la niña jugando en en el recreo con ella, pero, la niña es más insistente que la vida misma cuando indaga más acerca de ella. La niña es parca, insistente, con deseos de averiguar le pregunta que si la puede visitar a su hogar y Águeda, sólo, le dice que sus padres se irán de vacaciones y que ella se quedará con un tío. Águeda le cae encima una gota fría de agua y es el hielo frío en la piel de un Dios que la sigue, la persigue y la regaña. Águeda pacta el pacto con el diablo como un impacto que pacta la vida, la inmortal insistencia en expresar mentiras. Águeda siente y presiente que la fuerza en decir mentiras es la fuerza por recuperar la fría verdad en su solo corazón. Águeda le cae encima una gota fría como el hielo frío en la piel porque, cada vez, que expresa una mentira Dios la sigue en silencio. Águeda calla por temor pensando sólo en ese momento, por el cual, el temor, la ansiedad y el miedo le embargan en el alma y, más, en su propio corazón. Águeda va en busca de encubrir una mentira con otra mentira y, así, pasa la vida colegial de escuela solapando una verdad con otra mentira, más. La vida para Águeda ve venir una decepción, un sufrimiento o un dolor adolorido en el alma, en el corazón y en la mente pensando que la mentira puede más que una verdad. La verdad para Dios es como expresar sinceridad y, sobre todo, porque la sinceridad doblega a la verdad y la mentira es uno de los diez mandamientos de Dios, los cuales, condena, aborrece y castiga severamente. Águeda no lleva en común la verdad cuando ella prefiere vivir de mentiras que sentir verdades. Y, a Águeda, ¿qué le sucede?, pues, le cae una gota fría como el hielo frío en la piel por aquel pacto de impacto que zozobró cuando con un alfiler cortó en sangre el dedo índice e hizo el pacto con el diablo cuando al decir una mentira recuerda el pacto con el diablo que expresó la niña, así… -¨Oh, diablo te entrego hasta mi sangre y, todo, para que me guardes todas las mentiras en un cofre de oro, pero, si siento el hielo frío en la piel es que es Dios quien me regaña…¨-. La niña Águeda quiso sin interrumpir sus mentiras ofreciendo, brindando y esparciendo su sangre al diablo para poder sostener todas sus mentiras, pero, a la niña la sigue Dios y, si, le cae una gota fría como el hielo frío en la piel es que Dios la regaña por la mentira que acaba de expresar. La vida de Águeda comienza a bifurcar y a tener que sostener una mentira con otra hasta que reviente o explote la pura verdad cuando soslaya y sucumbe en un delirio tan delirante como lo es poder tener la agilidad y la supremacía en sostener una mentira con otra mentira. La vida de Águeda queda inconsciente de amargura, soledad, tristeza y sufrimiento cuando en su habitación se halla pensando en todas las mentiras que guarda como en cofre de oro, como el pacto del diablo que guarda todas sus mentiras. La segunda mentira que subleva por encubrir una mentira con otra mentira la lleva por el sendero amargo de la tristeza. Águeda teme que se revele toda la verdad, pero, todo queda muy evidente y muy claro.
Águeda se dirige y acude a la escuela, nuevamente, en otro día normal. Águeda despilfarra sentimiento, presentimiento, una manera y una forma de expresar su sentimiento. Águeda se reencuentra con la niña en la escuela e invade sus sentimientos y su profundo sentir cuando en el alma y, más, su corazón no detiene la única forma de ver y de sentir el cielo como un sólo escape. Águeda queda como toda mentira siendo todo mentira. Águeda, sólo, presiente y queda suspendida entre nubes de terciopelo cuando vuela con todo mentir hacia un nuevo universo. Águeda quedó como el ir y venir susceptiblemente cuando conscientemente se quedó con esa cruel mentira encubriendo a otra mentira. Águeda ha expresado su tercera mentira a la niña y es que la niña le ha preguntado que para cuándo la puede visitar en su hogar donde reside ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa. La niña Águeda es perezosa y muy clandestina en esas mentiras que solapa una mentira con otra mentira queda insipidamente adherida a la vida y, más, a la mentira. Águeda expresa la tercer mentira a la niña y es que le dice que irá de viaje en las vacaciones a una playa muy lejana de la ciudad y de esa escuela, por la cual, la niña no podrá visitar a Águeda en su residencia ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa. Águeda le cayó la gota fría y el hielo frío en la piel, como desnudando el tiempo el frío y sabiendo que es un Dios que la sigue y que la regaña cuando expresa mentiras. Águeda quedó como la buena suerte desnudando a todo corazón por una cruel mentira. Águeda quedó automatizando la espera inesperada en ir de vacaciones para que la niña no la visite a su hogar. Águeda quedó con el hielo frío en la piel, deseando abrir brecha entre una mentira y otra hasta poder encubrir una mentira con otra mentira. Águeda quedó como la niña más mentirosa del mundo, cuando, sólo, quedó como el dolor de una herida y, más, con el hielo frío en la piel cuando Dios, así la regaña y le advierte que exprese la verdad que duele más, pero, que es la más fría verdad. Águeda no advierte peligro ni mucho menos consecuencias por la falta de sus mentiras y de sus actos con esas mentiras encubriendo una mentira con otra mentira. Águeda quedó como la fría verdad que quiso ser como la ciencia cierta o como la química fundiendo un elemento con otro y, ésto, era encubrir una mentira con otra mentira. Águeda quedó como la tercera mentira como que se va de vacaciones y que la niña no la puede ni visitar a su hogar, cuando en el trance de la verdad que sí, estará en su pobre casa y la que le otorgó sus padres con tanto esfuerzo. ¿Qué aprendizaje tendrá la vida de Águeda o que enseñanza le dará la vida a Águeda?, si ella sólo desea vivir en las mansiones en los altos andes de la pampa y no en un suburbio de la ciudad. Águeda quedó como el temor o como la más terrible ansiedad cuando perpetró la tercera mentira de que se irá de vacaciones de la ciudad. La niña clandestinamente cree que ella le miente, pero, no, no hace nada en contra de las mentiras hasta que se descubre todo poco a poco y sale todo a la luz. Águeda quedó claramente que las mentiras le producen como un hielo frío en la piel cuando es Dios que la sigue calladamente, pero, realizó un pacto de gran impacto con el diablo sangrando con el dedo índice hasta hacer el pacto que le encubra todas sus mentiras y que el pacto fuera de gran impacto cuando en el alma y, más, en el corazón no se detiene ni la forma en expresar una mentira más para encubrir toda mentira, aunque, le caiga el hielo frío en la piel mortificando para que exprese la sola verdad.
Águeda, sólo, sostiene la cruel y vil mentira cuando ya la expresó con todo pacto con el diablo para que la cuidara sin ser descubierta. Águeda va y va con todas las mentiras resguardadas con otras mentiras, pero, hasta… ¿dónde podrá llegar Águeda cuando se descubra todo?. Águeda reside en un suburbio y no donde le expresó a la niña que reside en las mansiones en los altos andes de la pampa. Águeda quedó como la vil mentira y como la fuerza en espera inesperada en socavar que la cruel mentira la lleva a expresar la cuarta mentira más contundente solapando a las otras mentiras. La niña le expresa que Águeda la puede visitar a su casa y hasta quedarse allí. Águeda descubre que ésa niña es muy insistente en el afán de hacer preguntas e indagar sobre la vida privada de ella. Águeda va y va en busca de su infortunio de celos en la cabeza cuando el temor y la ansiedad se dedican en fuerzas por caer sobre el silencio que le han dejado sus propias mentiras. Águeda quedó inmortal ante tanta mentira y con la fortuna de caer sobre el silencio automatizando la espera inesperada de caer sobre el silencio, pero, irrumpiendo en un sólo mal deseo de esos en que el capricho es exótico como irreverente cuando, las mentiras socavan muy dentro de sí, el temor y la ansiedad por ser descubierta como el tormento o con esas frías mentiras que se resguardan con otra mentira. Águeda quedó como el vil tormento cuando en el afán se tornó frío e indecente como un sólo advenimiento cuando en el ocaso cayó y expresó su cuarta mentira la que en el deseo se entristeció. Águeda le dijo a la niña que no podía ir a su casa porque va a una fiesta de boda de su tía. A Águeda le cae la gota fría más grande del mundo como el hielo frío en la piel y es que Dios la sigue como niña. La otra niña ya, dudosa e incrédula con todas las excusas que impone Águeda ante ella, se dispone a caer en el mismo abismo que Águeda cuando en el altercado friolero o en la camorra ideal se debate entre una sonrisa sarcástica y otra. Águeda se entristece de dolor y de sufrimiento cuando ella reside en un suburbio de la ciudad y no en las mansiones en los altos andes de la pampa. Águeda descubre que una mentira resguarda a otra mentira y que en el silencio recuerda que realizó un pacto como el gran impacto y, más, con el diablo porque sus mentiras no se descubran más. Águeda queda como inmortal e ideal con las mentiras que expresa ante un Dios que la persigue y que la sigue calladamente sin soportar que las mentiras en subrepticio ocultan todo el dolor y todo sufrimiento en demostrar el rumbo o la dirección. Águeda quedó como el dolor o como el sufrimiento callando el rencor o el odio en sus propias mentiras socavando una mentira con otra y, más que eso, ocultando una mentira con otra. Águeda quedó como el calor en subrepticio cuando siente y percibe que esa gota fría le cae encima como el dolor de mentir y de continuar mintiendo cuando, oculta que su residencia está ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa. Águeda sucumbe en un trance delictivo cuando sus mentiras pueden ir a mayores y a malas situaciones. Águeda en la cuarta mentira yace en el odio o en el rencor devastado por la noción del tiempo, y en la locura en tortura por ser feliz y eternamnente feliz con su residencia ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa. Águeda quedó como el zumbido de un soplo del viento y en la piel, ¡ay, en la piel!, el hielo frío en la piel porque, cada vez, que expresa una mentira es cuando le cae una gota fría en la piel cuando es Dios quien la regaña y ella sabe que es Él, pero, el pacto de gran impacto con el diablo dejando sangre en el dedo índice por un pacto con el diablo para que le oculte su verdad queda en el destino frío y tan frío como el hielo frío en la piel.
Águeda quedó como el suburbio donde ella reside. Águeda quedó como el instante frío o como esa gota fría de hielo frío en la piel cuando la otra niña le indaga que la quiere visitar a su hogar y ella muy suspicaz le advierte que no… y en ese mismo instante llega el tío a buscar a Águeda a la escuela y es la quinta mentira de Águeda … y ¿qué le sucede?... el tío la busca a la escuela y la otra niña le pregunta al tío y ella dice con otra mentira y de frente al tío que el fin de semana se va de vacaciones a Italia. El tío queda callado y asombrado ante una niña que expresa una mentira. El tío desea interrumpir la conversación entre las niñas y decir la verdad, pero, en el instante Águeda lo tomó por la mano y se va junto a él. A Águeda le cae encima la quinta gota fría como el hielo frío en la piel por haber expresado la quinta mentira, la que sustrae y conlleva edificar la sola manera en atraer a la verdad como una cruel mentira que la va llevando hacia un solo destino. Águeda quedó como el dolor o como el imperio socavando en la mala idea de creer que su mundo irrumpe en un solo destino como poder ser la vil mentirosa del cuento entre ella y su mejor amiga de la escuela. Águeda quedó como lo inmortal de todas las mentiras que ha expresado cuando en el tormento y el hielo frío en la piel socavó muy dentro de la piel, del cuerpo y, más, del solo corazón sintiendo que las mentiras las oculta el diablo como es el dador de la mentira, del daño, del odio y de todo el rencor del alma. El pacto y el más inmenso de los pactos entre Águeda y el diablo es el impacto sollozando en el alma sin poder descubrir la pura, ingenua e impoluta fría verdad. Águeda cumplió con el pacto con el diablo, pero, ¿el diablo cumplió con ella?, pues, Águeda le entregó la sangre al diablo cuando realizó el pacto cortando a su dedo índice y entregando la sangre en señal de ese pacto con el diablo. Las mentiras de Águeda son ilusorias, pero, muy verdaderas cuando en el trance de la verdad se edificó el alma y, más, en el corazón expresando su primera mentira que su residencia está en las mansiones en los altos andes de la pampa cuando ella, sólo, reside en el suburbio de la ciudad. Águeda quiso expresar la verdad a su tío, pero, en todo el camino fue un silencio total. El tío calla la verdad a Águeda porque no le preguntó absolutamente nada. El abismo frío de Águeda fue caer en el precipicio más profundo de todos los avernos cuando en el infierno arde la sangre, la vida y, más, las mentiras de Águeda, sí, con el diablo. Águeda, con cada mentira que encubrió con otras mentiras, sólo, quedó con la única forma de atraer la conmísera atracción de ver al reflejo en el espejo de su propia alma, pero, ni, aún, así vio que las mentiras se sostienen con otras mentiras. Águeda, sólo, socavó en la mala idea de entrever que solo el destino es frío como ese hielo frío que cae en la piel cuando el destino es frío como el dolor o como el solo sufrimiento que se cuece como el mismo fuego en la brasa. Águeda fue y será la niña más mentirosa de todos los tiempos cuando en el ocaso o en el invierno no desea perder a sus mentiras por una verdad que le duele más en el alma y en su solo corazón. Águeda quedó como el temor o como la misma ansiedad en entregar la verdad como una sola mentira cuando en el sortilegio de la pura, ingenua e impoluta verdad quedó como el dolor o como el mismo insistente frío. Águeda quedó como la furia cuando expresó la quinta mentira y le cayó el hielo frío en la piel cuando ella supo decir la fría mentira como el deseo de envenenar la risa o la sola carcajada fría o con el dolor frío. Águeda quedó como el frío dolor o como la fría mentira en caer sobre el cielo o como el averno lleno de la sangre cortada de un dedo índice sobre el atrio de la sangre de Águeda hacia el pacto con más impacto entre la niña y el diablo.
Águeda no soporta que una mentira pueda sostenerse con otra mentira y…ella, ¿qué hace o dice?, pues, Águeda, sólo, se aferra y se aterra a la mala idea de creer que el silencio automatiza a la sola mentira. Águeda, sólo, quedó con las mentiras más frías de todos los tiempos, cuando en el tiempo y, más, en el ocaso o en el invierno del averno quedó tristemente abatida y encerrada en un atrio con la sangre derramada de un dedo índice que cortó en sangre por realizar un pacto con el diablo. Águeda quedó como el silencio o como la vil mentira sosegando en el tiempo una sola verdad inocua, idónea y trascendental. Águeda quedó como el deseo o como el frío inestable del hielo frío sobre la piel misma cuando, sólo, expresa una sola mentira a ésa niña amiga en la escuela. Águeda quedó como el dolor o como la magia de un solo porqué transcendental y fue la forma, la más vil de las mentiras cuando forjó a una sola verdad como el pacto del diablo ocultando toda verdad con mentiras, sí, una mentira con otra mentira. Águeda quedó como el dolor o como el frío advenimiento y de una sola mentira que fue como el tomento frío o como el dolor en el alma y, más, en el ocaso frío o en el invierno como el averno más frío que todos los malos tiempos. Águeda no soporta que una mentira pueda sostenerse con otra mentira y… ella, ¿qué hace o dice?, pues, en su alma y, más, en su solo corazón se aterra o se aferra a la sola idea que el silencio es como es el destino o como el sólo desafío cuando, sólo, la verdad es de Dios. Águeda, sólo, se aferró a la idea en converger que el desierto es frío por cruzar el camino y, así, es lo que ella siente que es el hielo frío en la piel cuando ocurre lo que transcurre y es una vil mentira que expresa de sus lindos labios a la niña amiga de ella en la escuela. La gota más fría le cayó a Águeda en el alma y, más, en el corazón cuando, sólo, quedó como el latir del corazón. Águeda quedó como el insistente dolor o como el fuego en el alma de un averno friolento y tan cálido como la sangre ardiente que cortó en sangre a su dedo índice para realizar el pacto con el mismo diablo. La niña Águeda quedó como el suburbio o como el cálido desenlace fatal de creer que su mundo quedó como la órbita lunar atrapando el recelo de la mentira como a una fría verdad, pero, pudo más el alma y el corazón que una verdad fría que duele más en el camino lleno de espinas. La niña Águeda no calmó en redención la frialdad que ella siente, cada vez, que expresa una mentira cuando el hielo frío en la piel le cae como gota fría en la misma piel que hoy desata un tormento. Águeda quedó como el dolor o como el frío desenlace de creer en el alma muerta de espanto cuando la mentira aflojó la única verdad. Águeda no soporta que una mentira pueda sostenerse con otra mentira y… ella, ¿qué hace o dice?, pues, con tal de no descubrir la verdad, la mentira es su fuerte. Águeda, sólo, quiso esconder u ocultar la verdad con mentiras y, así, fue todo el tiempo porque quiso ser más fuerte como la única verdad que la mentira con otra mentira. Águeda quiso ser tan fuerte como la única verdad, pero, sólo, fue como la única verdad y tan fija como el mismo dolor en el alma, entre sus palabras, en su solo corazón y en su sola alma. Águeda recordó el pacto con el diablo y quiso ser más fuerte, pero, su corazón, sólo, recordó la fuerte mentira que la sangre se vende o se da o se ofrece en señal de un pacto hasta con el diablo por proteger a una sola mentira. Águeda quiso ser como el dolor o como el reflejo en el alma sosteniendo la fría verdad en creer que su mundo refleja la única verdad con una sola mentira que expresan sus solos labios en señal con el pacto con el diablo. Águeda, sólo, quiso reflejar que la mentira era la pura, ingenua e impoluta verdad.
Águeda se enfrenta a su situación delicadamente cuando en el alma forja la verdad y quedó con la cruel mentira a su costado. Águeda quedó como la vil mentira socavando muy dentro de sí el tormento frío e indeleble de un mal comienzo, sólo, cuando expresó la vil mentira y que su residencia queda ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa cuando la verdad es que es que Águeda reside en un suburbio de la ciudad. Águeda quedó en un profundo precipicio o en un frío abismo en expresar la mentira por seguir mintiendo y esconder una mentira con otra mentira o cuando no le quede más que expresar la fría verdad. Águeda es, sólo, una niña, pero, las mentiras no se perdonan así de fácil. Águeda quedó como la niña más mentirosa de todas las niñas a su edad. Águeda, ¿cómo enfrenta la situación de todas sus mentiras?, pues, aún no se han descubierto y ella dice que le queda más tiempo para encubrir con más mentiras a sus propias mentiras o poder expresar la única verdad siempre y cuando sea de vida o de muerte y no porque alguien lo exige. Águeda quedó como el vil tormento o con la sola mortificación que le susurra Dios y el viento en el oído a Águeda porque, cada vez, que ella siente el hielo frío en la piel es Dios quien la regaña diciendo que exprese la verdad. Águeda se siente fría, álgida y tan gélida como el hielo frío que siente en la piel. Águeda quedó como el frío o como la vil mentira o como la cruel y terrible mentira expresando a la niña sin decir la fría verdad que no se merecía que ella le mintiera. Águeda y su residencia ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa quedaron como la fría verdad y las otras mentiras para encubrir esta mentira, también. Águeda quedó como aquel suburbio donde verdaderamente reside sin enfrentar su situación delicadamente cuando ella no suelta prenda suelta de sus propias mentiras. Águeda quedó como el dolor o como el frío dentro del cometido que se dedica a ser como el sufrimiento o como el frío dentro del cuerpo y, más, de la piel cuando ella siempre y presiente que siempre le ha de caer el hielo frío en la piel hasta que no exprese la única verdad que encrudece a la verdad y hasta que deje en decir mentiras que, aunque, la verdad duele es preferible. Águeda quedó como el frío o como el tormento frío cuando en el deleite se aferró a la sola idea en seguir expresando que su residencia está ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa cuando ella reside en el suburbio de la ciudad. Águeda quedó como el dolor y el tío quedó ocultando las mentiras a Águeda, lo cual, fue mejor o peor que haber expresado la pureza de la verdad. El hielo frío en la piel de Águeda quedó como el frío o como el calor cuando en el alma y, más, en el aire socavando la sola idea en continuar expresando una mentira la va elevando y llevando por el sendero mágico de todas sus mentiras para encubrir una mentira con otra mentira. Águeda quedó con el dolor en la piel, y con el hielo frío en la piel, cuando le cae la gota fría por aferrarse al recuerdo en haber expresado la mentira que su residencia está ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa cuando no es así. ¿Águeda se enfrenta a la situación?, pues, aún no, porque la niña, aún, sin descubrir las mentiras de Águeda queda en el delirio más delirante por caer sobre el silencio o sobre la cruel y terrible mentira de Águeda con todo pacto con el diablo para que le resguarde sus mentiras en un cofre de oro dando y ofreciendo a cambio sangre de un dedo índice para hacer real el pacto entre Águeda y el diablo. Águeda quedó, así, llena de mentiras dadas y expresadas para el mejor control de todas sus mentiras ocultando una mentira con otra mentira.
¿Qué hace Águeda con tanta mentira? y, ¿cómo se disculpa ante sus seres queridos a quienes ofendió y les ocultó toda la verdad? Águeda llega al extremo de ocultar a sus padres con tal de que no se revelara ni se descubriera toda la verdad. Águeda quedó como el susurro en el oído de un sólo frío viento que le recuerda todas sus mentiras en un abismo frío y en un precipicio como el averno lleno de un fuego donde se cuece el fuego devorador de aquellos que le hacen falta a uno de los diez mandamientos de Dios. Águeda sabe que está entre el abismo o el cielo, y se halla más en el averno que en el cielo por decir mentiras que siempre y cuando, el diablo se las oculte en un cofre de oro y que el pacto sea verdadero, certero y muy eficiente. Águeda quedó al filo del abismo cuando sus mentiras son más frecuentes que la pura, ingenua e impoluta verdad cuando ya casi se tiene y debe de enfrentar a sus seres queridos y, más, a sus padres cuando deshonestamente despreció lo que sus padres le han dado con tanto esmero y orgullo: un hogar. Águeda, ¿qué aprenderá y qué le enseñará la vida?, si de niña miente, sabe mentir y, más que eso, sabe realizar un pacto con el diablo que le oculte sus mentiras en un cofre de oro haciendo cortar a su dedo índice con un pacto para entregar sagrada sangre al mismo diablo. Águeda, sólo, desea ser feliz y… ¿cómo lo consigue?, pues, con tan solo mentir porque la mentira la hace vivir y ser feliz y, más, con un pacto diabólico que ella cree que la hace ser muy feliz. Águeda quedó en la buena suerte cuando la niña se creyó toda mentira y, más que eso, que Águeda se irá de viaje de vacaciones a Italia. Águeda quedó como el destino frío y tan friolento como la misma mentira que ella expresa cuando le cae la gota fría como el hielo frío en la piel por, nada más y nada menos, que expresar una mentira cuando es Dios que la sigue, la persigue y con su espíritu le dice a la niña que… -¨no mientas más¨-. Águeda calla y en silencio desde su habitación piensa y piensa y, más que eso, imagina lo que sus padres pueden pensar e imaginar de ella. Águeda, sólo, comienza a bifurcar la idea de ser una mentirosa por mentir a una amiga y que la mentira es el pacto con el diablo que la hace ser feliz. Águeda no sabe cómo enfrentar la única y verdadera verdad tan certera y eficaz de un solo tormento que la va llevando hacia una vida llena de mentira cuando la mentira la sostiene una mentira con otra mentira. La vida va llevando a Águeda hacia un abismo frío, gélido y álgido como el viento, pero, la gota fría como el hielo frío en la piel le cae por expresar una mentira y a ella le caen cinco gotas frías por cinco mentiras que expresó ante una niña que no merecía la mentira de sus labios. La vida comienza a bifurcar para Águeda entre verdad y mentira, entre certeza y falsedad expresando un falso testimonio ante la niña, pero, fue un verdadero testimonio ante el pacto entre Águeda y el diablo. La niña Águeda soslayó en una penumbra, en un sosiego constante y en un delirio delirante por expresar mentiras, mentiras y, más, mentiras. El tío de Águeda que sabe parte de toda la mentira que expresa su sobrina ante aquella niña amiga de ella revela toda la verdad ante los padres de Águeda. Águeda temblorosa, miedosa y con el pacto del diablo y con sus mentiras en el cofre de oro del diablo, quiere y desea que no se descubra nada. ¿Qué hará Águeda con tanta mentira y sin la verdad?, ¿Águeda habrá aprendido algo o esperará por el regaño de todo padre y de todo un Dios con la gota fría que le cae como hielo frío en la piel por haber expresado mentiras? Águeda va de rumbo en rumbo incierto hasta que el destino se aferre al frío desconcierto o hasta que haya aprendido la lección. Águeda se encuentra sin poder expresar mentiras ante nadie ni mucho menos dar y ofrecer su sangre con pacto diabólico.
Águeda dice su primera verdad y, Águeda, ¿qué hace con la verdad?, pues, los padres de Águeda acechan con la pura, ingenua e impoluta verdad ante sus mentiras. Los padres de Águeda exigen la verdad por los labios de la niña y sin que les oculte nada de todas las mentiras que expresó. Águeda dice su primera verdad y es que le expresó a la niña que ella residía y que estaba ubicada en las mansiones en los altos andes de la pampa y no en el suburbio de la ciudad. Los padres estupefactos, pero, asombrados con la niña le indagan más y más que expresa ante ellos toda la verdad con la segunda mentira que le dijo a la niña y fue que sus padres se fueron de vacaciones cuando ella quedó con su tío. La niña prosigue expresando la verdad de la tercera mentira y fue que tendría vacaciones en una playa lejana de la ciudad. La cuarta mentira que Águeda dijo fue que no podía ir a la casa de la niña porque asistirá a una fiesta de boda de su tía y es una tía que no existe. Y, por último, Águeda expresó con la verdad la quinta mentira que le expresó a la niña que fue que en el fin de semana se va de vacaciones a Italia. La niña quedó inmortal, pero, con la vergüenza hecha en carne viva, cuando los padres confrontan a Águeda con un sólo por qué, ¿por qué expresó esas mentiras siendo una niña bien educada con principios? Águeda quedó inmortal y callada pensando que no saben la otra parte que realizó un pacto con el diablo cortando la punta de su dedo índice realizando un sólo pacto diabólico. La niña Águeda expresó toda la verdad de todas esas mentiras que expresó por ocultar su origen con mentiras. La niña, sólo, quiso expresar la verdad y la expresó, pero, ésta vez, no le cayó ni una gota fría como hielo frío en la piel por haber expresado la mentira. Águeda, ¿qué aprendió de la vida, de las mentiras, del regaño de sus padres y, más, del regaño de Dios? Águeda, sólo, quiso ser feliz ¿y lo logró?, pues, tuvo que expresar a la niña toda la verdad y la invitó a su hogar en el suburbio de la ciudad por orden de sus padres y del regaño de todo un Dios. Águeda fue más feliz que ninguna niña, pero, con la verdad. Águeda quiso subir a la niña al atrio donde realizó con aquel alfiler el pacto con el diablo y le enseñó cómo realizar un pacto, pero, ésta vez, hacen un pacto entre ellas dos que fue con sangre y con el dedo índice que nunca habrá más mentiras entre ellas porque la verdad será primordial en sus vidas. Y así, fue toda la vida hasta que llegan a la vejez. Águeda fue feliz eternamente y siempre con la verdad. Dios la sigue, pero, ésta vez al morir lo que sintió fue calor y no frío por el tiempo en que muere expresando siempre la verdad. La gota fría por el hielo frío en la piel quedó como gota de fuego inmortal de un averno, pero, esta vez, fue fuego de todo un Dios.
FIN
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Autor:
EMYZAG (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 8 de julio de 2025 a las 00:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 2
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