NOSOTROS, LOS INFILTRADOS

NOSOTROS, LOS INFILTRADOS

¡Oh! ¡Sorpresa! Un escenario de cemento al aire libre 
apareció de pronto, aunque con grietas 
y perdido el color original,
sobre las hojas caídas durante el último otoño
y al final de la anchísima pista
que atravesaba la meseta
repoblada con pinos 
de troncos altos aunque bastante espaciados, 
al que alguno de nosotros decidió subir
e improvisar algunas voces que tuvieran sentido
y componer también caras y gestos desde lo alto.
Y alguno de nosotros se animó a subir también
y a intercambiar frases teatrales, grandilocuentes 
y haciendo con las manos de altavoz
para que llegara más lejos el diálogo.
Y para que se perdiera entre las copas de los pinos
la voz, el grito más bien cómico 
que trágico 
que interrumpía el silencio campestre.
Y una de nosotros permaneció debajo, 
justo al pie del escenario, haciendo de público
con el fin escuchar y de aplaudir 
en caso de que viniera a cuento.

Gaspar Jover Polo