SAL EN LA HERIDA
Hay quienes siembran sombra con sus rezos,
la piel distinta es culpa sin defensa,
le clavan la exclusión como mil pesos
y al hijo del volcán le dan ofensa,
aunque cante el tambor de sus procesos.
Y lo miran como escombro de otra era,
lo acusan de rezarle al firmamento,
ignoran que su fe no desespera,
pues lleva en su color el fundamento
del sol que da calor, aunque no espera.
La sal no ha cicatrizado su herida,
la historia le negó justicia y mesa,
más sigue su ritual, sigue su vida,
con su lengua ancestral, su extraña pieza
de mundo que resiste y no se olvida.
Y en su mirar, lo eterno se presiente:
la lluvia lo conoce por su nombre,
y el viento lo arrebata dulcemente,
como quien guarda en sí la voz del hombre
que fue raíz antes que ser doliente.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025.
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 7 de julio de 2025 a las 00:19
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 31
- Usuarios favoritos de este poema: William26🫶, Lualpri, Tommy Duque, El Hombre de la Rosa, Llaneza, Nelaery, Mauro Enrique Lopez Z., Antonio Miguel Reyes, Patricia Aznar Laffont, Freddy Kalvo, WandaAngel, Javier Julián Enríquez, alicia perez hernandez, pasaba, Josué Jaldin, David Arthur, EmilianoDR, JAGC
Comentarios11
Gracias por compartir tus letras, estimado amigo Justo.
Un abrazo y buen comienzo de semana.
Gracias Luis por tu lectura y comentario.
Te correspondo y que tengas una buena semana.
Justo.
Me encantó hermano.
Gracias Tommy por tu visita y comentario.
Saludos y que tengas una buena semana.
Hermoso y genial tu preciado versar estimado poeta y amigo Justo Aldú
Saludos de Críspulo desde Torrelavega
El Hombre de la Rosa
Saludos Críspulo, gracias por tu visita y comentario.
Muchas gracias por recordarnos que, todavía hoy, se hacen diferencias en el mundo con respecto a las razas y a sus creencias.
Pero, a pesar de todo, aunque traten de apartarlos, ellos siguen manteniendo sus costumbres con orgullo.
Muchas gracias, porta Justo Aldú.
Si, en algunos de nuestros países aún hay resabios de discriminación.
Gracias por leerme y comentar.
Saludos
Saludos.
Afortunadamente se va cicatrizando esta herida amigo Justo.
Aplaudo tu poema.
Un saludo.
Gracias por tu comentario Antonio. Siempre es un placer recibir tus visitas.
Saludos
Las heridas tardan en cicatrizar.La sal sobre la herida debe doler.
Esa es una enorme metàfora sobre el dolor,sobre lo que la vida nos deja, los que sufrimos y lo decimos sin pelos en la lengua. Es difícil vivir con una herida que jamàs cierra, en mi caso mi madre, yo tenia 4 años.Esa no la cierra nadie.
Me gustò poeta Justo, admiro la facilidad de expresiòn que tienes y lo preparado que estas para enfrentar los dolores que otros no pueden.Muchas gracias por compartir.-Abrazo de luz.-Mirta Elena.-
Querida Mirta:
Gracias por tu mensaje tan sentido, tan verdadero. Tus palabras tocan con ternura y profundidad, como quien conoce bien los pliegues del alma herida. Es cierto: hay dolores que no se apagan, apenas se acomodan en algún rincón del pecho. El tuyo, tan antiguo como el primer amor que perdimos, merece el más profundo respeto.
Yo también sigo aprendiendo, y lo hago con humildad, porque cada corazón que se abre me enseña algo nuevo sobre la vida y sus cicatrices. Y sí, la sal duele… pero a veces, también purifica.
Te agradezco de corazón por tu sensibilidad y por ese “abrazo de luz” que me llegó claro y cálido. Que esa luz te acompañe siempre.
Eso espero Justo, te invito respetando tus tiempos pasa por mi rincón, asì tal vez disminuya esa sal que duele.- Con todo mi respeto por tus conocimiento, quedas invitados.-
lluvia eterna que presiente al dolor de las almas en tinieblas.
La discriminación deja la huella del horror que impera en este mundo.
Justicia!
Muchas gracias Patricia por tu visita lectura y comentario en éste poema.
Saludos
Es sublima
Y en su mirar, lo eterno se presiente:
la lluvia lo conoce por su nombre,
y el viento lo arrebata dulcemente,
como quien guarda en sí la voz del hombre
que fue raíz antes que ser doliente.
Interesantes Quintetos mi apreciado JUSTO ALDÚ y, el de cierre, me encantó mucho más.
Y para colmo de males lo escribí cinco veces antes de soltarlo.
Gracias Freddy por tu apreciación. Tus sonetillos son una maravilla escritos con gran soltura.
Saludos
Muchas gracias, JUSTO, por este bello y emotivo poema. Es digno de admirar cómo los versos impregnados de excelsas metáforas destacan la conexión del ser con la naturaleza y la fortaleza de su espíritu, que perdura a pesar del dolor, toda vez que preserva viva su «lengua ancestral» como un acto de resistencia y memoria.
Un cordial saludo y fuerte abrazo
Muchas gracias a ti por tus generosas palabras, que me abrazan el alma como brisa suave en medio del desierto. Recibir una lectura tan atenta y sentida es uno de los mayores regalos para quien escribe desde la entraña, intentando hilvanar sentido entre los hilos invisibles del dolor, la memoria y la esperanza.
Me conmueve profundamente que hayas percibido la intención de esa lengua ancestral, símbolo de lo que no se rinde, de lo que sobrevive al olvido y florece incluso en la grieta. La naturaleza en mis versos no es ornamento, sino eco y espejo del espíritu humano, un territorio donde todavía puede refugiarse la dignidad herida y la ternura que resiste.
Gracias, de corazón, por encontrar belleza en el temblor, y fortaleza en las ruinas que la poesía intenta levantar.
Con respeto, afecto y humildad,
JUSTO
(Elías Nocturno)
Un abrazo sincero y fraterno hasta Valencia.
Me ha gustado muchísimo, como siempre tus poemas son rayos de humanidad !
Mi estimada Patricia. Te doy las gracias por tu consideración. Siempre te tengo presente.
Hasta Suiza va mi abrazo.
Saludos.
....Hay quienes siembran sombra con sus rezos,
la piel distinta es culpa sin defensa,
le clavan la exclusión como mil pesos
y al hijo del volcán le dan ofensa,
aunque cante el tambor de sus procesos.......fuerte cominezo de tu buen y emotivo poema Justo.
La discriminación causa heridas que dejan cicatrices pero como dices :Y sí, la sal duele… pero a veces, también purifica.
Saludos amigo poeta
David
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