Como el Overlook, tú me haces alucinar,
Me haces recordar, cada detalle amar,
Olvido el mundo por quedarme en ti,
Y como Jack, en tus labios me perdí.
Bebí la ambrosía que el alma reclamaba,
Esa que en sueños solo imaginaba.
Negaba que tú eras mi locura y mi paz,
Como el músico que su partitura da.
Te toco entera, llevándote al coro,
Tus gemidos decoran cada foro.
Puse a bailar hasta tu última nota,
Diría que eres arte, mi musa remota.
Somos leyenda en la habitación dos-diecisiete,
Se grabó tu vientre en la sábana caliente,
Y aún la cama murmura lo que siente:
Esa pasión que incendió nuestras almas.
Abren la puerta y brota la fantasía,
Los envuelve el eco de la poesía
Que ese día compusimos al dejar fluir
La sinfonía de nuestro porvenir.
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