Firmamos con sangre y sin vela,
un pacto de sombras sin fecha,
el miedo nos puso la espuela,
y un dios sin justicia se estrecha
en cada palabra que vuela.
Nos dicen que el orden es oro,
que calle la boca el que canta,
que el polvo no encienda su coro,
y el alma que grita se espanta
bajo un uniforme sin foro.
Los muros oyentes acechan,
el eco del viento se espía,
los nombres que el fuego desecha,
la voz se disfraza en poesía
y el verbo se calla en la reja.
Nos visten con túnicas grises,
nos piden rezar sin preguntas,
prohíben tocar los matices
del sol que disuelve las puntas
del miedo en sus noches felices.
Pero hay un tambor que persiste,
una uña que rompe cadenas,
un sueño que nunca se viste
de traje ni tinta en sus venas
con miedo que a todos embiste.
JUSTO ALDÚ © Derechos reservados 2025.
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Autor:
JUSTO ALDÚ (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 5 de julio de 2025 a las 07:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 5
- Usuarios favoritos de este poema: William Contraponto
Comentarios1
Me gusta este poema que habla de opresores y oprimidos. Las fuerzas del orden que quieren callar las voces que surgen contra la injusticia y la violencia.
Pero, todavía hay algunos que no se conforman y tratan de que se oiga su voz de desacuerdo.
Muchas gracias por este recordatorio, poeta Justo Aldú.
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