Fría velada... (Poema recitado)

Es media tarde de un viernes de julio,

y afuera no ha dejado de asechar el frío.

Se escucha en el noticiero…

que el mal tiempo perduraría,

que se mantendría…

y que se ha de prolongar este clima espantoso.

La estación invernal se intensificaría,

y que el pronóstico para esta noche…

anuncia todo nublado,

más nublado que de costumbre,

y para variar… neblina con ventisca helada,

sin luna… sin estrellas,

todo envuelto de oscuridad temeraria.

Tengo chimenea en casa,

con leños listos para la jornada,

un buen vino para matizar la escena…

con un carácter romántico y placentero.

Tengo todo para una estupenda velada,

con música fantástica de fondo,

y a la luz oscilante de las velas,

al calor de la llamarada…

que enciende el ambiente de un rojizo fuego,

que empuja el deseo a la vehemente pasión…

que también ha sido invitada.

A pesar del vaticinio que se manifiesta,

tengo la esperanza de que esta noche…

se rompa la nostalgia,

y desaparezca de mi porfía la melancolía.

Quisiera que estuvieras aquí,

que seas la protagonista de esta cita,

que me sorprendas con tu presencia…

y me regales de tu esencia…

la transparencia de tu mirada,

una sonrisa que anime el alma,

y un beso dulce …que me haga olvidar…

que te convertiste en quimera.

Quisiera que sea cierto,

que mi poema se haga realidad…

y cobre vida,

y que mi desvarío sea verdad,

que el frío de esta noche…

se disipe en nuestra hoguera,

pero lo más seguro y doloroso…

es que no acudirás al encuentro,

y veré consumirse la flama…

poquito a poco…

hasta que este frío atroz…me devuelva a la soledad,

y el cansancio de la espera…

destroce la utopía de tu imaginaria llegada.

Esta es la historia de una fría velada.