A mi lado faltaba algo y me dio la palma un anciano
Quien a pesar de andar cansado, anhelaba caminar lejano
Ofreci de colchon mi espalda, contesto 'No, solo tu mano'
'Asi conozca el camino nuestro adherente hermano'.
Al abandonar su puesto, senti nuevamente el agujero
Palmadas y una funda de dinero me dejo el sabio viajero
No pienso negar que creo en mi un jubilo temporero
No fue harto para acortar menudo, solitario sendero.
Rebose mis dedos de copas, banquetes, de billetes
Saciaron debitos, panza y la siesta bajo techo entre paredes
Aun repleto de bufetes y estridentes brazaletes
Faltaba algo ameno a mi escabioso boquete.
No fue hasta encontrar al sabio de mi fortuna
Que mi pecho se sintio ligero, como ola acunada por la luna
Mi bolsillo se saturo, como el de una caricatura
Desmedido fue el regalo, que no vasto hebra ni aguja.
Tan inflamada crecio mi extremidad, que no podia removerla
Entretanto la conciencia extrañando su mejilla, rogandome acogerla
Al su mirada caer sobre mis desaseadas prendas
Renuncie al sentir que perdia contra una impalpable carrera.
Y dijo 'No por ser anciano, ni por aparentar ser candido
Te habia cedido mi moneda y ausencia sin rastro
Es como guiarte a la aldea, mas no encontraras aldeanos
De que vale poseer humanidad, mas no actuar humano?'.
Sin mas preambulo ni palabra, entendi mi amigo anciano
El desamparo en mi seno, con su presencia ahora vuelto liviano
No es el camino, es el acto humano de un cortejano
Pues experiencias no se pasan camino en camino, se pasan de mano en mano.
-
Autor:
Mad_Hare (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 4 de julio de 2025 a las 20:17
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 1
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.