Elevado, ese amor, emanaba de mis desvelos por ti.
Hoy, surcando los espacios, camino en su búsqueda.
Sé que algo de mi fulgor, ardor e ímpetu ya lo perdí.
Hoy me veo y, es tan poco o casi nada, lo que queda.
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Por un tiempo creí que, la gloria de tu amor, era mía.
Aprendí a no medir el amor, en el fragor de la ilusión.
Con la verdad, se aposentó el desencanto que, temía.
En este evento hallé que, el amor, no es mera pasión.
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Cultura y costumbres, son los finos pinceles del amor.
El cómo del amor, se asienta en un esquema cultural.
Al citar tu ardor y narrar tu pasión, suele haber temor.
Ha de ser así, ya que el amor, suele ser divino y banal.
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¡No hay, premisa valedera, a la hora de llegar el amor.
Si hay química y atracción, nada controla este fervor!
Comentarios1
Si hay química y atracción, nada controla este fervor!
Muy cierto, querida amiga Raiza.
Gracias por tus letras.
Bonito día tengas.
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