Espejos y Sueños
Cada mañana, al despertar,
me enfrento al cristal que guarda mi historia,
las huellas del tiempo dibujadas en piel,
como ríos que fluyen sin prisa ni pausa.
El ayer se desvanece en la neblina,
igual que la noche se rinde al día,
y aunque quisiera retenerlo,
sé que todo se esfuma, ligero como el viento.
La vida es un camino de deudas y aprendizajes,
un viaje sin mapa, sin puerto seguro.
Nadie conoce el origen ni el final,
pero todos cargamos errores y esperanzas.
El precio de sabiduría es la pérdida,
y en cada caída hay una lección escondida,
como semillas que solo germinan
después de atravesar la oscuridad.
Mis días se han vuelto palabras en libros,
hojas llenas de voces ajenas,
de risas de necios y suspiros de sabios.
La tierra gira bajo mis pies,
testigo silenciosa de mis pasos,
mientras busco respuestas
en el polvo de los caminos.
Por eso canto, aunque sea triste,
aunque la voz me tiemble y el alma me pese.
Canto para sentirme vivo,
para ahuyentar los fantasmas del olvido.
Hoy puede ser breve, fugaz como el rocío,
pero mañana Dios decidirá el destino.
Y mientras tanto, sueño.
Sueño con mundos lejanos,
con amaneceres pintados de esperanza,
con versos que aún no he escrito.
El sueño es mi refugio,
el lugar donde todo es posible,
donde el tiempo se detiene
y el corazón late libre.
Sigo soñando, porque en los sueños
no hay fronteras ni espejos,
solo el infinito susurrando
que la vida, a pesar de todo,
vale la pena ser vivida.
—Luis Barreda/LAB
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Autor:
Luis Barreda Morán (
Offline)
- Publicado: 2 de julio de 2025 a las 15:55
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
- Usuarios favoritos de este poema: Basil
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