Lo que inventé fue real,
aunque nunca haya pasado.
Mi mentira fue leal
a un sentir enamorado.
(Mentí, pero era verdad)
cuando hablé de mar y fuego,
aunque solo en soledad
me abrazaba el miedo ciego.
Los paisajes que inventé
no existían, eran humo,
pero en ellos encontré
una tregua entre el consumo.
(Y si miento, es por piedad)
porque el alma necesita
que le cambien la mitad
de esta historia tan marchita.
Así escribe el que ha caído,
y al mentir… nos dice todo.
El poeta ha confundido
su dolor con el del otro.
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Autor:
Loiiz. (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2025 a las 12:59
- Comentario del autor sobre el poema: ...
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque
Comentarios1
¡Ay, Dios mío qué bello!
Y no creo en el Dios tradicional, pero gracias al Dios quién sea, por tu mente hermano.
Gracias...🎸✌️
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