I
¡La Vida, Ay! vida
no te pierdas en penumbra
como la humanidad que queda.
¡Ay! de los que sufren
el dolor, pero ya no es firme
se pierde cual inquieta
en la compasión.
¡Ay! afectos
donde te engríen los dioses
trinan las guitarras
como clama el alma
las ausencias.
¡Ay! como amar
como adorar
a los ausentes
de los caminos
sin esperanza.
El te quiero brilla
como luna soberbia
arropar quisiera
la sonrisa del niño
resumirlo, bailando
el día supremo
de mi paso
por la vida.
I I
¡Ay! como se calla el mundo
se calla casi siempre
como si la humanidad
no quisiera escuchar
a la mujer, que en una tarde
declaro la generosidad
como una camisa
cubriendo el desnudo dorso
de un niño.
¡Ay! si la locura hablase
una sola vez y nuestro
Dios tan intimo, tan propio
tan cerca y lejos
tan profundo y misterio
ni nos mira cuando quiero
que me mire y cuando lloro
¡Ay! vida como sueño que he vivido.
Como quiero abrazar lo que
alguna vez he querido
¡Ay! si la arena y el mar
fueran la ostia del viento
que pasa, aliviando y castigando
pero pasa como la vida.
EH
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Autor:
ENRIQUE HORNA (
Offline)
- Publicado: 1 de julio de 2025 a las 06:25
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z.
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