Me Cansé De Esperarte

Me cansé de tus silencios que hablaban más que tú,
de las respuestas frías que helaban el alma.
De buscarte en miradas que nunca llegaban,
de esperarte en noches que tú no habitabas.

Me cansé del desinterés que vestías como escudo,
de sentirme segundo en un juego sin turno.
De tus gestos vacíos, tu risa lejana,
de tus ganas ausentes, de tu calma que daña.

Me cansé de rogarle a tus ojos una mirada viva,
de buscarte en abrazos que siempre llegaban tarde,
de hablarle a tu silencio como si fuera respuesta,
de fingir que no dolía tu forma de no quererme.

Me cansé de tus palabras tibias, de tu amor sin alma,
de acostarme en mi cama, sin un mensaje tuyo; sintiéndome solo,
de tus gestos vacíos, de tu risa en pausa,
de mendigar cariño en tu mundo mágico.

Quise darte todo, hasta lo que no tenía,
pero tú, tan distante, apenas respondías.
Y mientras yo luchaba con fuerza y ternura,
tú te hundías en sombras, sin culpa, sin duda.

Me partí en silencio, me rompí en tus inviernos,
me apagué… sin que te dieras cuenta siquiera.
Y lo entendí:
nadie puede llenar un vaso que nunca quiso agua.

No hay reproche en mis versos, solo un adiós dolido,
una voz que se apaga por no ser oído.
Solo quería tu amor, un poco de calor,
pero me diste hielo, rutina y temor.

A veces le preguntaba a la luna, en silencio,
si de verdad llegué a gustarte,
si en algún rincón de tu alma
alguna vez… llegaste a quererme.

Así que me aparto, sin rencor, sin drama,
solo con esta herida que lentamente sana.
Desde la distancia, sin ya reclamar,
seguiré admirando lo que nunca quise dejar.

Así que me voy,
no por falta de amor… sino por falta de ti.
Y aunque ya no estaré cerca,
te miraré desde lejos,
como se mira el mar cuando ya no se puede nadar en él.
Con amor, sí…
pero sin volver jamás.

Gracias por cada beso, por cada caricia callada,
las guardo en mi alma… como quien no olvida nada.
Siempre vivirán en mi corazón, aunque duelan hoy,
pero ya es tiempo… recojo lo que fui, y me voy.

Hoy dejo ir este sentir, con todo su peso y su silencio,
deseo liberar mi alma de este sentimiento lento.
Y a ti…
que seas libre, que seas feliz,
aunque ese mundo ya no me tenga en él.