No quiero que nadie tenga razón,
cuando me dicen verdades
que ya sé… pero no quiero aceptar.
Me ahogo en lágrimas calladas,
esas que se esconden
detrás de una sonrisa rota.
Poco a poco vas rompiendo
a quien juraste cuidar.
Y yo, tonta y frágil,
te dejé hacer trizas
lo que con tanto amor construí.
Miradas distintas.
Silencios nuevos.
Palabras que ya no saben a nosotros.
¿Se fue la conexión…
o se fue el amor?
Mi corazón y alma
piden a gritos una respuesta
que ya conocen,
pero no quieren pronunciar.
Me aferro tanto a ti
que me pierdo en el intento.
Y mientras me desvanezco,
me repito:
el amor no debería doler.
Pero tú…
tú dueles tan bien, ¿no?
¿Debería seguir esperando?
¿O soltar, sin mirar atrás?
Ya no puedo seguir así.
Estoy cansada.
Vacía.
Quizás es la distancia.
Quizás en persona todo es distinto.
¿Cierto?
Aunque antes…
cada oportunidad era un buenos días,
un cómo estás,
un qué haces.
Ahora, sobran los espacios,
faltan las ganas.
Y la única respuesta es:
“No tengo tiempo.”
Pero dime…
¿quién es la que siempre contesta?
¿Quién dice “sí, aquí estoy”?
Yo.
Siempre yo.
Yo siempre contesto, ¿no es así?
Ya no hay más.
Ya no queda lo que hubo.
Y lo que podría haber…
se derrumba.
No por mí.
Por ti.
Así que gracias.
Gracias por nada.
Avi
-
Autor:
aviemas (
Offline)
- Publicado: 29 de junio de 2025 a las 16:28
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 4
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.