La senda del placer
Me estremezco solo de pensar en aquella noche.
Las mejillas sonrosadas eran el escaparate de un corazón abierto;
del convite de dos cuerpos presos de una irrefrenable pasión.
No se escuchaba más que el jadeo de dos bocas que querían probarse.
La respiración se entrecortaba,
las palabras salían más rápido
era irrefrenable
sin pausa
vamos
rápido
ya
ahora que estamos solos y la luna nos guarda
como el ángel que todos tuvimos a nuestro lado.
Silencio.
La pausa se hacía eterna y el alféizar de la ventana estaba frío.
Tus miradas se perdían debajo de los botones de mi camisa.
Las manos buscaban resolver el enigma que no habían podido los ojos.
Se sentía bien… me sentía vivo.
Tus caderas querían que compartiéramos una danza macabra
porque sabía que esto me acabaría llevando al mismo infierno.
Desafié a todas las leyes escritas por aquellos que las imponían.
Pero qué mas daba, si ya éramos fruto del pecado.
Si no podía resistirme a morder tus labios.
Si solo pensar en esa senda del placer…
Me estremecía.
Dame una noche más, y repitamos todo aquello que sentimos;
la luna todavía nos mira con recelo desde aquella velada.
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Autor:
ReiKsawery (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 29 de junio de 2025 a las 14:42
- Comentario del autor sobre el poema: El amor... ese sentimiento irrefrenable.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 2
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