Metamorfosis de la luz soñada
Me convertí en la luz del silencio,
en una claridad que temblaba
bajo las pestañas cerradas del sueño.
Y no hablaba.
Me convertí en luz,
y lloraba cristales sin forma,
lloraba con los párpados del mundo.
Me convertí en luz
y me volví oscuridad:
una sombra luminosa que ardía en lo invisible,
una llama de hielo
que rozaba el borde de tu ausencia.
Me convertí en luz
para amarte sin nombre,
para tocar tu silueta detrás del párpado
de una flor.
Me convertí en luz
y me ahogaba
en una transparencia sin fondo,
como un pez atrapado
en el espejo de su propia agua.
Miré mi espalda:
la luz se apagaba,
el corazón del día se quebraba
como una semilla de humo.
El mar se volvió cielo,
el cielo se volvió miedo,
y un rayo —nacido del grito de un relámpago ciego—
partió el alma del mar en dos mitades.
Las olas cayeron
como pájaros muertos
en el abismo de sal y cieno,
y de su espuma surgieron
las manos invisibles del tiempo,
modelando un rostro
que no era el mío
ni el tuyo
ni de nadie.
Me convertí en luz,
pero la luz tenía venas.
Me convertí en luz,
pero no hallé cuerpo donde dormir.
Y aun así,
bajo la marea de lo no dicho,
una palabra tiembla…
y es tu nombre.
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Autor:
nachosol (
Offline)
- Publicado: 29 de junio de 2025 a las 14:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, Nelaery, Ed-win, Lualpri
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