Decisión Dudosa II

Amigo, leí tu poema y me llegaste._
Decisión dudosa_ lo llamaste.                       Es una pregunta desafiante,                       pero debes seguir adelante.

Hace tiempo dejaste tu casa,
tu familia, novia y entorno.
Fuiste solo a la gran ciudad,
a encontrar futuro y prosperidad.

La respuesta final que buscás
nunca nadie la tendrá;
solo Dios te contestará,
y el destino se encargará.

El pueblo está igual que antes;
te quedaría chico el río si lo visitás.
Varios lugares y caras reconocerás,
todo más viejo, no te sorprenderás.

Te escribo de todo corazón,
usando el sentido y la razón.
Necesitás ya comprenderlo;
será tu ansiada solución.

Al pasado no lo cambiarás,
y las decisiones perdurarán.
Mirá bien: tenés el presente
y, en tus manos, lo naciente.

Entiendo que, de vez en cuando,
abras y mires tu álbum querido,
y, después, quedes herido.
Sos buen doctor... y no su marido.

Seguramente ella fue un gran amor,
lástima que se transformó en dolor.
Decidiste lo que creías mejor,
y lo hiciste con mucho honor.

Te amó, pero no pudo seguir;
no fue a propósito, no quiso mentir.
Tu ausencia la hacía llorar y sufrir,
pero fue generosa: te ayudó a partir.

Tratá de no pensar en ella;
tu vida así también es bella.
Aunque los caminos se separaron,
los recuerdos intactos quedaron.

Te deseo que seas muy feliz
y encuentres esa paz y una mujer.
Tenés un ser hermoso para ofrecer
y un alma que brilla a más no poder.

Me despido de vos con añoranza:
la vida da madurez y enseñanza.
No sé si sabés quién te escribe...
soy la misma que ese rostro,
en la foto caída, me describe.