En el espejo de la mente, un reflejo se forma,
un ego que se cree dueño de la vida y su forma.
Con manos de control, intenta manejar el destino,
pero el miedo y la ansiedad son su verdadero camino.
La libertad es una ilusión, un sueño que se desvanece,
cuando la realidad nos muestra su verdadera faz.
Todo es interconexión, un proceso sin fin,
donde el "yo" y el "otro" se desdibujan en el mar del ser.
La conciencia es el ojo que observa sin juzgar,
que ve la vida como un río que fluye sin parar.
Sin dueño, sin control, sin ego que se aferre,
la existencia se despliega en su propia forma y manera.
En este mar de incertidumbre, nos encontramos perdidos,
buscando un ancla que nos sostenga, un faro que nos guíe.
Pero la verdad es que no hay ancla, no hay faro que nos salve,
solo la aceptación de lo que es, y la rendición al flujo.
La ilusión del ego se desvanece, como la niebla al sol,
cuando la conciencia despierta, y ve la realidad sin velos.
Entonces, la vida se despliega en su verdadera forma,
y nosotros somos uno con el todo, sin separación ni norma.
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Autor:
antoninomilla (
Offline)
- Publicado: 28 de junio de 2025 a las 16:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 8
- Usuarios favoritos de este poema: ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., alicia perez hernandez
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