Del ayer

Estoy atado a un recuerdo que no olvido,

como un barco sin timón,

encallado en el puerto de tu ausencia.

Aunque mi alma me grite,

no te puedo ir a buscar.

Semejante al que está en duelo está mi ser.

Anhelo buscarte,

aunque la distancia entre nosotros sea infinita.

Quizá en otra vida te vuelva a encontrar,

o en el más allá.

Nunca voy a dejar de desearte y amarte,

pues eres como un tatuaje en el viento,

una melodía que no se olvida.

Eres tan perfecta,

no hallo error en ti.

Eres, en verdad, la pieza que falta

en el rompecabezas de mi vida.

¡Ojalá pudiéramos estar juntos!

Como los cisnes,

o como las manadas de lobos;

una familia.

Como tú no hay

otra,

no conozco ninguna.