Son pocas las palabras propias cuando la tensión tirante las escoge por ti

Milber Fuentes

 Hay ciudades donde los pasos no suenan:

están ahogados por hábitos
que aprietan la garganta.

Allí, hablar es repetir,
y obedecer es una forma de respirar.

Los cuerpos se mueven como líneas de montaje,
hilados por hilos invisibles
que nadie cuestiona —ni ven.

Algunos, los menos,
caminan con las manos sueltas
y la cabeza torcida hacia otra parte.

No es rebeldía,
es una forma antigua de estar despierto.

Pero el sistema afila sus ojos
para detectar esas anomalías:
los silencios que no encajan,
la mirada que no aprueba,
la espalda que no se inclina.

Así que los disciplinan.

No con gritos.

Con sonrisas,
con consejos,
con normalidades que saben a castigo
y huelen a rutina.

En ese mundo,
los que ejecutan la violencia
no gritan,
no odian,
no piensan.

Solo cumplen.

Y al cumplir,
ajustan las tuercas del engranaje
que devora lo distinto.

No hay látigos,
hay normas.

No hay dictadores,
hay gente útil.

En esas ciudades,
el mal no ruge,
trabaja.

Y los que andan sueltos
son los primeros en caer bajo la lógica
del orden.

Porque pensar,
allí,
es tirar del hilo
y ver cómo todo se deshace.

  • Autor: Milber Fuentes (Offline Offline)
  • Publicado: 28 de junio de 2025 a las 09:07
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 7
  • Usuarios favoritos de este poema: Milber Fuentes
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos




Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.