DULCE SEPARACIÓN

Alabamos al vacío

pudiendo cantarle a nuestras almas. 

Las visiones al cerrar los ojos 

se volvieron más claras 

con cada roce de tus labios.

Nos condenamos a la soledad

queriendo enredar nuestras ramas.

Cuando el tiempo es culpable

de la infausta separación,

nos reunimos en el recuerdo. 

La humedad se vuelve atrevida,

 borra las imágenes de mi pasado,

los inhóspitos cuerpos ya no están,

pero las emociones perduran

intactas en mi memoria.

Algún día ya no podré verte 

ni en los más banales sueños. 

Mi alma se queda contigo, 

así como la tuya a mi lado, 

seremos lo que uno guarda del otro.