Soñé con ella y, me desperté alegre
por ese tonto sueño que tuve;
porque desde hace tiempo estamos separados
y, en el sueño me decía que yo era
el culpable, no la tomaba
de la mano y la hago entrar a mi casa;
porque su merced está dispuesta a
disfrutar conmigo un rato.
Amanece y pasa todos los días,
ni una mirada me
brinda y, cómo me río de mi tonto
sueño que tuve con esa bonita mujer.
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