La oscuridad es un veneno
que se bebe en sorbos lentos,
cada suspiro es un puñal
que atraviesa mis pensamientos.
Silencio, sepulcro sin eco,
prisión donde se ahogan los sueños,
la soledad es un monstruo frío
que desgarra los huesos.
La noche, cómplice cruel,
abraza con manos de hielo,
y en su pecho de sombras negras
se desangra mi desvelo.
Los fantasmas de voces muertas
gritan sin sonido, sin piedad,
y yo, naufrago en mi tormenta,
me pierdo en la oscuridad.
La piel se hiela, el alma arde,
el corazón es un volcán dormido,
y en este frío sin retorno,
se rompe el último latido.
No hay luz, no hay esperanza,
solo un vacío que devora,
una noche que es eternidad,
una herida que no mejora.
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Autor:
Daniii (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2025 a las 06:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 29
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Poesía Herética, Nelaery, EmilianoDR
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