Novela Corta: La Guerra del Amor
Por: Srta. Zoraya M. Rodríguez Sánchez
Seudónimo: EMYZAG
Comenzada: 21 - 24 de junio de 2025…
Publicada: 24 de junio de 2025…
Terminada: 24 de junio de 2025…
Editada: 24 de junio de 2025…
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7008 Palabras 11 Páginas
~ * ~Sinopsis:
~ * ~Sira José es una mujer de treinta años y nunca se ha enamorado hasta que halla el amor en un hombre más joven que ella de nombre Ernesto Robles y ella hace guerra con el amor con otras muchachas más jóvenes que ella por el amor de Ernesto Robles…
Sucesos:
- Sira José conoce al verdadero amor de Ernesto Robles…
- Sira José tiene más de treinta años y se ha enamorado de Ernesto Robles…
- Sira José pelea en la guerra del amor por el amor de Ernesto Robles…
- Sira José tiene miedo o celos hacia las jóvenes que acechan a Ernesto Robles…
- Sira José va en busca de Ernesto Robles en el bar cercano…
- Sira José halla a Ernesto Robles con otras mujeres…
- Sira José se arrepiente de amar a Ernesto Robles…
- Sira José mira al cielo lleno de lluvia cuando él se marcha con otras mujeres más jóvenes que ella…
- Sira José se rinde y resiste que la guerra del amor la perdió en el amor hacia Ernesto Robles…
- Ernesto Robles estrecha lazos de pasión con el amor a pesar de haber dejado a Sira José sin el verdadero amor aunque peleó a Ernesto Robles lo perdió en la guerra del amor…
Sira José es una joven de apenas treinta años de edad, sensual y muy atractiva a la vista de cualquier hombre. Sira José nunca se ha enamorado como una dulce quinceañera en la vida. Sira José va de rumbo a rumbo, en una fija dirección y en un sólo trayecto y tan recto como el camino incierto hacia la misma senda en hallar a un cálido hombre y tan pasional como ella. Sira José acude a la actividad a conocer a un hombre de la talla de ella. Ella lo desea pasional, cálido, guapo, y muy rudo, pero, con la vida. Sira José desea conocer el verdadero amor y no esos amores pasajeros que son cortos en el amor sino que sean estables y para siempre hasta que la muerte los separe. Sira José va en busca del amor, pero, no puede ser cualquier hombre sino un hombre cabalmente que cumpla los estándares de su petición como mujer. Sira José se siente compasiva, pero, muy certera en lo que desea hallar que es a un buen hombre hogareño, muy cálido y pasional. La muchacha sólo desea ser mujer y amada por un hombre que llene las expectativas de sus sentimientos cuando sólo forja lo que posee en la mente una fuerza en dolor, amor y felicidad. La muchacha se dedicó a ser como la mujer más indeleble y sin soportar el alma sin la luz que emana cuando fue la fuerza la que lanza directamente a ser como el juego del alma, un buen juego donde se juega hasta el alma para obtener el amor, el que ella busca y el que más le conviene. La muchacha que es muy atractiva y con una soltura de caderas y cintura, baila al son de la música en la actividad que acude por divertir el alma. Sira José es una bella mujer, aunque, ha llegado a los treinta años, ella no ha hallado el verdadero amor sino algunos amores que han durado en una relación corta, extrañando a la vida porque ella es bella. La vida de Sira José no se interpone en realizar lo que en el juego del alma hace a todo un amor que lleva a sus costados y todo porque en el comienzo de la única verdad es la fuerza en esperar por el verdadero y real amor. Sira José comienza en la búsqueda en la actividad de observar a cada hombre que asistió a la actividad en la que ella se encuentra. Sira José mira a uno y dijo que… -¨está acompañado¨-. Sira José miró al otro y dijo que… -¨uy, es muy delgado¨-, y miró al otro y dijo que… -¨wao, ése es el perfecto…¨-,y era Ernesto Robles. Ernesto Robles es un hombre alto, guapo y con un sentimiento raro, pero, muy indeleble en la única razón de ser el hombre perfecto para Sira José. Sira José conoce a Ernesto Robles en esa actividad y se enamoran perdidamente ambos del uno al otro. Sira José comienza a conocer a Ernesto Robles y le encanta y le gusta la compañía de él, pero, aunque, es un joven más joven que ella. Ella lo comienza a amar ciegamente e indeleblemente. Sira José conoce a Ernesto Robles en la actividad cuando ella acude a disfrutar de la vida, aunque, sin saber que maldecirá el momento en que conoce a Ernesto Robles. Ella sin saber que Ernesto Robles es un Gigoló, o sea, es un vividor de mujeres mayores que lo mantienen, aunque, también suele salir con mujeres jóvenes para divertirse. El joven llamado Ernesto Robles es un joven guapo, divertido, muy sensual y caprichosamente exótico, cuando arde el silencio en amar a mujeres como un Gigoló sensual de la vida con mujeres exquisitas y llenas de dinero. Sira José es una mujer que sabe lo que desea y, más, lo que quiere tener, poseer y es tener a ése hombre de nombre Ernesto Robles sin saber de su vida que es un Gigoló de la vida exquisita. Sira José se dedicó en fuerzas y esperanzas en querer a un hombre así como ése hombre que tiene enfrente y que baila con ella una salsa con un sólo movimiento y es la clave de salsa. Sira José no se detiene en bailar con el Gigoló de Ernesto Robles y es muy feliz junto a él. Sira José se ha enamorado de Ernesto Robles, cuando en el afán de dar una conmísera atracción de supervivencia es ése el hombre que ella ama y quiere al que acaba de conocer en esa actividad de fiesta. El Gigoló Ernesto Robles también hace demostración en amar a Sira José, pero, más queda prendido de la riqueza de otras mujeres mayores que él.
Sira José se siente enamorada de Ernesto Robles y mantiene una relación de amores clandestinos con Ernesto Robles desde que lo conoció en esa actividad. El amor entre Ernesto Robles y Sira José va viento en popa si es como una bella relación, la cual, comenzó bien, pero, quién sabe cómo terminará y todo porque ella no sabe que es un Gigoló, o sea, un vividor de mujeres. La fuerza en esperanza se enalteció de espantos nuevos cuando en el amor quedó como el principio hasta el momento sin saber que luego vendrá el llanto, la ansiedad y el miedo de perder al amor. Sira José ama a Ernesto Robles, pero, al azar toma cartas sin saber de un juego cuando ella no sabe las reglas. Sira José empieza a atar un juego de amor entre sus pensamientos, sentimientos y corazón cuando percibe que Ernesto Robles le corresponde en amores a Sira José. Ella comienza a enhebrar una situación indeleble de amor con el señor Gigoló Ernesto Robles pensando e imaginando que el amor es para siempre, pero, aunque ella cree que será así, el amor se convierte en una pesadilla. Ella desea ser sólo el dueño del sueño de amor entre ella y Ernesto Robles para poder saber que el amor que se profesa será para siempre estable como ella lo desea. La vida para Sira José se convierte en un trayecto pertinaz cuando ama indeleblemente a Ernesto Robles y consigue mantener una relación hasta el momento sin apenas sospechar que es un Gigoló. La vida del Gigoló Ernesto Robles se debate por ser mantenido por las mujeres más exquisitas que acuden siempre a Las Vegas City en busca de hombres jóvenes que las haga sentir mujeres felices. El Gigoló Ernesto Robles percibe que pronto acabará su mala situación cuando cree y piensa que Sira José lo querrá, lo amará y lo mantendrá creyendo que ella también es pudiente, pero, aunque, es todo lo contrario ella sólo busca el amor, la comprensión, la pasión y la estabilidad emocional en una pareja. La vida de Sira José rompió estándares cuando ama perdidamente a Ernesto Robles sucumbiendo y zozobrando en un trance delictivo entre corazón y mente, entre vida y razón, aunque, ella no posee insania cree que la vida es amar y amar sin perder la razón alguna porque ella dice que nadie se lo merece. El amor para Sira José enaltece de caprichos exóticos cuando quiere y ama a un hombre que acaba de conocer, pero, la vida atormenta, bifurca y es inestable como insípida cuando realmente conoce toda la verdad de que Ernesto Robles es un Gigoló. La verdad aflora dignidad, decencia y virtud sin un desdoro mortificador en creer que la vida no posee amores buenos sino que la vida ofrece momentos buenos y esos momentos se van como llegaron sin amor alguno, sin sentimiento y sin pasión en el corazón. La vida de Sira José enaltece una forma buena de extraer el sentimiento puro, ingenuo e impoluto a su nuevo corazón cuando ama indeleblemente a Ernesto Robles. Ernesto Robles le corresponde como amor a Sira José cuando interpreta la cadencia de amor hacia su persona y hacia su interior para poder sentir que ella lo que desea es mantener económicamente a Ernesto Robles, pero, aunque, hay dudas, eso no es el amor que Sira José siente y profesa por el amor de Ernesto Robles. Sira José cree que es su amor verdadero y que la ama como ella lo ama a él. Sira José lleva en su corazón todo el amor para Ernesto Robles y éste le corresponde de igual forma hasta que se da cuenta que es más joven y menor de edad que ella. La vida bifurca como intercepta un amor para la historia queriendo barrer el corazón en el suelo y todo por el amor de Ernesto Robles.
Sira José pretende amar celosamente a Ernesto Robles cuando decide converger y convidar la forma de amar sin saber que él es un Gigoló. Sira José le pelea al mundo por el amor de Ernesto Robles y a toda mujer que se le acerca señalando que es propiedad suya y de nadie más. Sira José sólo pretende ser el amor para Ernesto Robles cuando no se interponga ninguna mujer entre ellos dos porque pelea a muerte por su amor. Sira José quiere y ama a Ernesto Robles con toda pasión en el corazón desatando furia, euforia e ingrato desenlace cuando ama con locura sin importar vesania alguna en su cabeza y más en su corazón porque ama a ése hombre. Ernesto Robles es para ella todo lo necesario en el alma y, más, en su propio corazón cuando sin temor ama con locura a Ernesto Robles hasta que no llegue otra a robar su amor. Sira José interpreta sus celos como un amor indeleble e intransigente cuando ama con locura a Ernesto Robles y decide pelear la guerra del amor con su propio corazón. Sira José tiene una pelea intransigente en su corazón con la guerra del amor por el amor de Ernesto Robles, un Gigoló que llegó a su vida y se ha quedado porque así lo pelea. La vida de Sira José se llena en querer pelear al amor de su vida contra viento y marea, contra cualquier persona o mujer que se le atraviese en su camino por el amor del hombre que ella ama, Ernesto Robles. El Gigoló Ernesto Robles se siente caprichoso y exótico porque una mujer lo pelea a espada contra la pared dejando saber que su mundo le pertenece a ella, pero, sin saber y ni tan siquiera sospechar que él es un Gigoló. El Gigoló Ernesto Robles de lo único que teme es que sea dejado por el amor de una mujer y por ser un Gigoló perteneciente siempre a la mujer mayor en edad y exótica para mantener económicamente. El Gigoló Ernesto Robles decide entrever las relaciones que tiene con diferentes mujeres hasta poder creer que lo mantienen por su exótica belleza, complacencia y placeres sensuales. La vida del Gigoló Ernesto Robles siente que la vida le ha otorgado una nueva oportunidad en amar verdaderamente y dejar ser un Gigoló para trabajar honestamente y realizar toda una vida en relación con Sira José y para siempre, pero, la juventud, los deseos, los placeres de la vida y las mujeres lo llaman ser solamente un Gigoló. El Gigoló Ernesto Robles decide saber y abundar más acerca de la vida de Sira José para saber un poco más de ella y lo que averigua es que es una mujer solterona de más de treinta años de edad y que sólo desea encontrar el verdadero amor. La guerra que lleva Sira José es una guerra entre su corazón, el amor y la razón llevando consigo la fuerza por amar, por entregar la pasión y ofrecer el corazón en deliberar que el amor es puro, ingenuo e impoluto. La vida de Sira José es una vida llena de calores humanos, de belleza y de atractivo cuerpo llevando consigo todas las miradas de los hombres cuando sale a divertirse con el hombre de su vida llevando una suerte que logró por conocer al Gigoló Ernesto Robles. Sira José lleva en su interior fuerza, esperanza, suerte y un corazón tan fuerte para amar en contra de la batalla por pelear la guerra del amor por el amor único de Ernesto Robles. La vida sosegada de Sira José quedó altiva peleando a un amor en la guerra del amor queriendo ser la mujer más fuerte en querer amar con la única suerte en pelear el verdadero amor de Ernesto Robles sin saber que es un Gigoló. Sira José sólo pretende pelear el amor de Ernesto Robles porque él es más joven que ella y teme ser devorado por las miradas atrayentes y atractivas de mujeres jóvenes como lo es él.
El Gigoló Ernesto Robles se dedica fuertemente en amar a mujeres pudientes, las cuales, lo mantienen económicamente. Sira José persigue desenfrenadamente la vida de Ernesto Robles porque lo ama. Sira José ama celosamente a Ernesto Robles por saber de todas las mujeres que lo pretenden y pueden amar por juventud, belleza y exótica felicidad. La vida de Sira José se dedica en cuerpo y alma a perseguir a pie y a sombra a la vida de Ernesto Robles con celos incontrolables e indomables y siendo ella una belleza atractiva no le importa. Ella quiere y desea a ése hombre sin importar la edad o el sufrimiento que le produzca. Sira José va de rumbo en rumbo observando la vida de Ernesto Robles como si fuera el único hombre existente en la Tierra y, aunque, no es así, ella lo cree así. Sira José petrifica su alma, su corazón y toda su vida en creer que el amor es único, verdadero y que el instante se debe a que el joven sale comprometido con la vida viviendo una vida con mujeres mayores que él hace complacer a cambio de que lo mantengan económicamente. La vida de Sira José teme ser devorada por los celos indomables y descontroladores que le hacen sentir una mujer de poca belleza cuando el hombre se va de su vida a divertirse sin ella. El Gigoló Ernesto Robles se siente devastado cuando percibe presencia rara cerca de él y es la persecución de Sira José con la vida social de él. La vida secular del Gigoló Ernesto Robles se debate en poder realizar toda una vida en salir con mujeres mayores que él para ser mantenido económicamente, pero, sólo, desea ser feliz, a pesar, que es un Gigoló. La vida de Ernesto Robles se dedicó en forma directa y en forma atrayente en poder creer que es seriamente caer dentro del círculo de mujeres exóticas que le complacen en todo placer. Si seriamente la vida de Ernesto Robles se edificó en fuerza y candor cuando en el alma y, más, en el instante se debió de creer que esas mujeres son la fuerza por amar de Ernesto Robles. Sira José, seguramente, debió de edificar que el deseo se atreve a desafiar la verdad más cruel en dar una sola verdad cuando en el ámbito terrestre persigue a pie y a sombra la vida de Ernesto Robles. Si Sira José se atrevió a desafiar la vida y, más, la forma de atraer la vida misma, cuando en el embate en dar una sola señal se edificó el tormento y la vida cuando ella misma se sintió como una sola verdad inocua, pero, perseguir a su hombre en un destino y de la vida social que terminó en un sólo error. Sira José plantó bandera en territorio ajeno y fue amar la vida de Ernesto Robles. Sira José sólo quiso ser como la fuerza en amar lo más ajeno que posee un corazón: a un hombre más joven que ella. Sira José tiene miedo a esas jóvenes más jóvenes que ella misma cuando en el altercado frío entre mente y razón, corazón y amor, se cuece de espantos inocuos un momento en que el deseo se convierte en un corazón amando como nunca antes. Sira José ve en otras mujeres la candidez, ternura y pasión de juventud, cosas que ella quizás no vea o no tenga en su regazo. Sira José se atreve a identificar la razón y la perdición en caer dentro del coraje del corazón cuando en el alma y, más, en el corazón se atreve a desafiar la verdad que le tiene miedo a las jóvenes más jóvenes que ella y todo por el amor de Ernesto Robles. Ernesto Robles es un Gigoló de esos hombres furtivos, fuertes y rudos en cuerpos de gimnasios. Sira José altera la vida en edificar el frío tormento en creer que la razón se pierde en locura, en una cruel vesania y todo por el amor de Ernesto Robles. Sira José se atrevió a desafiar la vida más fóbica de todos los tiempos cuando ella cree que las muchachas más jóvenes que ella pueden robar el amor de su amor, un hombre de nombre Ernesto Robles.
Ernesto Robles es un hombre dedicado al amor de las mujeres exóticas, que tengan clase, mayores de edad y que lo puedan mantener económicamente porque es un Gigoló. Ernesto Robles acude al bar cercano de su residencia para poder disfrutar de la vida, del sexo en Gigoló y el amor a plenitud cuando se atormenta de frío cuando desea la compañía de mujeres exóticas y de mujeres mayores. Ernesto Robles encantó tanto y tanto por su físico, que sólo el desafío es inocuo cuando en el alma y, más, en el corazón no se detuvo en formar la caricia nueva en el alma en el solo corazón. Sira José no se detiene en el alma ni en el corazón cuando en el instante se siente como el desafío en amar al Gigoló Ernesto Robles. Sira José descubre que el celo de la vida es amar consecuentemente a Ernesto Robles. Sira José no detiene sus pasos cuando persigue a Ernesto Robles a pie y a sombra de la vida misma cuando ocurre el deseo en converger el alma y el anhelo en amar a ése hombre que se halla en la discoteca con otras mujeres. Ernesto Robles busca a otras mujeres en la discoteca cuando en el tiempo y, más, en el anochecer se siente como se percibe porque se siente como el dolor por ser tan infiel como en el desamor hacia Sira José. Sira José se siente como el cruel desafío en poder amar a Ernesto Robles, cuando en el celo de la verdad ama a Ernesto Robles como él a ésas mujeres exóticas y de edad que lo mantienen económicamente. Ernesto Robles se dedicó en fuerza, alma y con el corazón en el cuerpo, a amar lo que encrudece de espanto cuando en el alma y, más, en el cuerpo se dedicó en esperanza a amar a Sira José. Ernesto Robles sucumbió y zozobró en un sólo trance cuando en el alma y, más, en el corazón se entregó con tanta fuerza que sucumbió en un deleite transmutado cuando fue a la discoteca con otras mujeres que sólo quiso sentir y amar como todo Gigoló. Ernesto Robles fue a la discoteca en busca de calor humano y de amor con las mujeres exóticas de mayor edad cuando Sira José interpretó una sola corazonada y fue que su hombre, o sea, el hombre que ama está en la discoteca con otras mujeres más jóvenes como él. Sira José se vio en la encrucijada en querer amar o desamar a ése hombre que ella ama como hombre. Sira José se vio fríamente persiguiendo a ése hombre, el cual, le parece muy atractivo y muy sagaz, pero, fiel no es. Ernesto Robles es un Gigoló de esos que aman a la mujer exótica y mayor de edad con dinero porque siendo pudiente lo puede mantener económicamente. Ernesto Robles es un Gigoló de esos que aman a la mujer por capricho exótico. Ernesto Robles es un Gigoló que desea ser como la flor bendita prendida y muy fugaz cuando el aire sosegado y como el viento es muy divertido. El hombre que se llama Ernesto Robles se dirigió a la discoteca en busca de mujeres. Sira José lo persigue, lo atosiga y lo mira con otras mujeres más jóvenes que ella. A Sira José le entra un malhumoramiento, celos indomables, dominantes e inquebrantables. Sira José lo busca y lo condena por ser sólo un Gigoló que es mantenido económicamente, repercute, riposta e indaga que la fuerza en esperanza es atraer la vida y el amor en el sólo corazón porque eso era lo que más desea que es ser la única mujer del Gigoló Ernesto Robles. Sira José no detiene su paso cuando es realmente la mujer de Ernesto Robles, el cual, es un Gigoló con mujeres exóticas, mayores de edad y que lo pueden mantener con dinero, joyas y propiedades. Ernesto Robles está con otras mujeres en la discoteca donde se halla la mujer exótica y de mayor edad para mantener a los Gigolós más guapos de la zona dejando abrir en el corazón la libertad de escoger cualquier mujer, pero, él escoge a las mujeres mayores de edad para poder vivir de ellas, aunque, Sira José cree, siente y percibe que son mujeres más jóvenes que ella.
Sira José halla a Ernesto Robles con otras mujeres en la discoteca donde acude como un Gigoló. Sira José edificó el tormento frío y quedó dispuesta a amar a ése hombre de nombre Ernesto Robles. Sira José quedó indeleblemente insípida cuando en el alma y en el corazón se llenó de celos incontrolables e indomables por el amor puro, ingenuo e impoluto de Ernesto Robles. Sira José se dedica a ser como la mujer más amarga de todos los tiempos, cuando en el albergue de la ira y, si irá lejos en busca de ése hombre de nombre Ernesto Robles es porque su corazón lo ama enredando la vida, el amor y el solo corazón. Sira José se atrevió a edificar la forma en que buscó a Ernesto Robles en aquella, sí, en aquella discoteca, en la cual, se cruza la vida y la manera de amar con vehemencia. Sira José siente en su alma una fuerza y, más, en su corazón una debilidad que entristece cuando los celos inquebrantables e indomables le hacen abrir los ojos con el amor de Ernesto Robles siendo un Gigoló de la vida y de mujeres exóticas que lo mantienen económicamente. Ernesto Robles intensificó la osadía en amar más y más a las mujeres exóticas que lo desean, lo mantienen y lo aman por ser un hombre bello. Las mujeres exóticas que llevan a amar a Ernesto Robles son las más exactas y compungidas en creer que el amor será para siempre. Las mujeres más exóticas en la vida de Ernesto Robles se dedican a ser como la fuerza o como la misma debilidad de creer en el comienzo y en amar con celos dentro del coraje del corazón. Las mujeres que le gustan a Ernesto Robles son mujeres de edad y de mucho dinero, pero, el solo amor quizás lo halló en Sira José y sin, aún, saber de la verdad que es Sira José el único y verdadero amor de Ernesto Robles, el cual, es el único Gigoló que ella ha conocido. Sira José halló a Ernesto Robles con otras mujeres en la discoteca cuando ella lo persigue hasta hallar lo que nunca a un hombre rodeado de mujeres bonitas y más jóvenes que ella misma. Posiblemente, Sira José, cree que el mundo y los momentos son irreales cuando no es así. Sira José, con la guerra del amor entre su corazón y su mente, edifica y estalla de celos cuando el alma y el corazón tienen celos inquebrantables, indomables, muy dominantes que le dominan la mente, el corazón y la fuerza por haber hallado el amor en Ernesto Robles. El Gigoló Ernesto Robles se encuentra con otras mujeres divirtiéndose en una discoteca o un bar cercano de su residencia con Sira José. Sira José lo persigue y lo atosiga sucumbiendo en un delirio delirante cuando llega a la discoteca o al bar cercano y halla a Ernesto Robles con otras mujeres. La vida de Sira José se interpreta en una fría y torrencial lluvia en frenesí que cae esporádicamente dentro de su corazón. La vida de Sira José comienza a interpelar, a interpretar y a identificar que el amor que halló en Ernesto Robles no fue suficiente cuando sólo es un Gigoló y sin saber que él es un Gigoló. Ernesto Robles es el Gigoló de mujeres exóticas, por las cuales, se enaltece de elegancia, amor y pasión para amar enloquecidamente a ésas mujeres exóticas que lo mantienen. Sira José cree que su mundo extraña el amor y la pasión en el alma sucumbiendo en un trance perfecto por haber amado a Ernesto Robles, pero, el corazón no le miente a nadie y a ella menos le van a mentir cuando ella persiguió y atosigó penitentemente a Ernesto Robles hasta poder ver con sus propios ojos el frío altercado entre razón y mente que se halla en la discoteca o en el bar cercano con otras mujeres más jóvenes que ella. La vida para Sira José se enaltece por poder amar con celos incontrolables a Ernesto Robles, aunque, sea lo que sea, o sea, sea un buen hombre o un Gigoló.
Sira José logra llegar a su residencia después de ver con sus propios ojos a Ernesto Robles con otras mujeres más jóvenes que ella. Sira José no calma en redención arrepentirse y a la mala hora cuando conoció a Ernesto Robles, por el cual, se desvive, se impacienta y comete muchos errores por el amor, por la pasión y por el indeleble corazón porque ama descorazonadamente a ése hombre. La vida para Sira José no calma en tranquilidad el sosiego pertinaz en amar a ése hombre con ímpetu, amor, celos y pasión indecorosa cuando ella encuentra a Ernesto Robles con otras mujeres más jóvenes que ella. Sira José se llena de aptitud y actitud en hacer guerra del amor en contra de quien sea para pelear, defender y tener en su propio corazón el verdadero amor que es Ernesto Robles para ella. Ernesto Robles es un Gigoló, por el cual, ama con locura a ésas mujeres exóticas, por las cuales, halla la pasión, la magnificencia, lo pudiente, lo insolvente y lo sustancial en amores clandestinos con ésas mujeres exóticas de mayor edad. La vida del caballero Ernesto Robles se dedica en cuerpo y alma en edificar la forma, el amor, el sentido en el corazón y, más, en placeres subrepticios de una pasión indeleble con ésas mujeres exóticas que lo llevan a la cama. El caballero de nombre Ernesto Robles se identifica en un tormento sediento en querer amar a ésas mujeres clandestinas para poder ser mantenido como un Gigoló en las relaciones entre ésas mujeres y él. El Gigoló Ernesto Robles siente en su alma y en los latidos de su corazón un frío indeleble, tan imborrable como su alma y su corazón por un amor verdadero. La vida para Ernesto Robles es amar indecorosamente la vida, el amor y la pasión de ésas mujeres exóticas, por las cuales, pierde hasta la noción del tiempo. Sira José se arrepiente totalmente de la furia, del amor, de la pasión y de la corazonada de sus propios latidos del corazón a amar a ése hombre de nombre Ernesto Robles, el cual, si hubiera sido como un roble hubiera sido su mayor fuerza y fortaleza, pero, en el corazón. Sira José va pernoctando en un tiempo trascendental cuando arde de emoción, pero, débilmente queriendo destruir todo aquello que se llama amor en el corazón cuando se arrepiente totalmente de haber amado a Ernesto Robles. Sira José se aterra en sentir el arrepentimiento en fuerza y en perdón, a fuerza y espada contra la pared identificando la gran mala suerte que le ha otorgado la vida en contra del amor de Ernesto Robles sucumbiendo en un trance perfecto cuando amanece en el lecho llorando fatalmente por la herida causada por el amor de Ernesto Robles. Ernesto Robles es un Gigoló atado al prejuicio social, al amor exótico y por el mantenimiento económico porque es un Gigoló cuando Sira José sabe que es él un Gigoló se aferra al amor puro e incondicional. Sira José se arrepiente totalmente de creer que la vida, la ternura y la pasión se cuece en identificar que Ernesto Robles es un Gigoló aferrado a ésas mujeres exóticas que ama y todo por el dinero, a pesar, que Sira José lo ama indeleblemente. Sira José, por amar a Ernesto Robles, decide ser la mujer más atractiva del planeta, pero, la forma de amar de Ernesto Robles es tan diferente a la que ella está acostumbrada a amar con pasión y con el corazón en la mano. Sira José se atreve a desafiar el universo si es preciso cuando ama indeleblemente a Ernesto Robles. Ernesto Robles es un Gigoló de esos que pretenden amar a las mujeres por dinero. Ernesto Robles es un Gigoló de esos que pretenden ser mantenidos por una mujer cuando el dinero y la pasión se convierte en una razón indeleble como el frío tormento de creer que el amor es como la pasión.
Sira José mira al cielo lleno de lluvia cuando Ernesto Robles se marcha con otras mujeres más jóvenes que ella. Sira José no miente ni mucho menos es indeleble a su corazón llorando por la esencia, el amor, la pasión y la vehemencia de un amor que se marchó con otras mujeres. La vida de Sira José llora penitentemente la amargura, la soledad, la triste agonía por ser una mujer que su hombre le es infiel con otras mujeres más jóvenes que ella. Sira José se aferra a sentir la ternura, la pasión y el corazón en cada latido por amar a Ernesto Robles siendo un Gigoló, el cual, ama con locura a mujeres exóticas que lo puedan mantener. Sira José llora como lluvia en frenesí en el cielo desatando la furia y la euforia en cada recelo de vida. La vida no caduca ni expira en amar consecuentemente con el amor y la pasión desnuda de una mujer que sabe que ama a ése hombre, pero, Ernesto Robles es sólo un Gigoló, el cual, no le pertenece a nadie. La vida de Ernesto Robles es y siempre será un Gigoló, por el cual, se desvive, se atormenta, se apasiona dejando inerte al corazón. La vida de Sira José se encrudece más y más en llorar la pena y el dolor en saber que su mundo es real cuando Ernesto Robles es un Gigoló de mujeres exóticas y que ella no está entre su mundo. La vida de Sira José se enaltece de lluvia penitente en descifrar que sus lágrimas son gotas de cristal que ruedan por su rostro hasta caer en su boca de amargo sabor. Sira José llora indeleblemente por recibir a ese amor que le dejó amargamente el dolor en su corazón amando como nunca el deseo de ver el cielo lleno de lluvia en frenesí. Sira José quedó derribada totalmente cuando en el celo de la vida se intensificó más y más por llorar todo el amor que profesaba desde su interior hasta los latidos de su corazón buscando la fuerza en esperar a que la vida se arrepienta en ofrecer amor en el corazón. Sira José plantó bandera como lágrimas de dolor, como lluvia en frenesí y como dolor espeluznante de un amor como poder ser feliz para siempre y eternamente para toda la vida. La vida de Sira José encrudece tanto y tanto porque el amor llegó tarde, pero, seguro en el corazón de Sira José y no en el corazón de Ernesto Robles. Sira José clandestinamente e indeleblemente y sin borrar el alma ni los latidos en el corazón la fuerza en proseguir, seguir y perseguir todo el amor en el corazón de Ernesto Robles y como todo un roble, así, es ella, pero, las lágrimas mojaron todo su rostro cuando en el alma y en el corazón entristecen de pena y de dolor. La vida de Sira José se entristece de pena y dolor cuando en el alma, en el corazón y en el dolor se aferra todo como la lluvia en frenesí cuando llora indeleblemente como los pétalos que caen de una rosa. Los ojos lloran amargamente de Sira José porque se perciben como pesarosos, pesados y osados cuando la vida sólo deja un llanto amargo en la vida, en sus ojos y, más, el sabor amargo en su boca de esas lágrimas llenas de dolor. La vida de Sira José se pierde, se entristece y no se detiene en la única forma en creer que la fuerza está en el alma y en el corazón desatando una fuerza en el interior como lo es llorar fuertemente por el amor de un hombre, el cual, es un Gigoló. Sira José está aferrada al llanto porque se cuece de espantos cuando cree que el mundo es pasajero, pero, no es así sino que es intrascendente como esas lágrimas de dolor que recorren su rostro como fuerza de voluntad por llorar el amor, la vida y la pasión de un hombre de nombre Ernesto Robles. Sira José es dolorosamente abatida por el amor, por la pasión, por la desnuda alma y hasta por los latidos de un corazón que sabe amar a Ernesto Robles, aunque, sea un Gigoló pretendiendo sólo ser el hombre dispuesto a entregarse en cuerpo y alma por el amor de mujeres exóticas y que lo puedan mantener económicamente.
Sira José se rinde y resiste que la guerra del amor la perdió en el amor hacia Ernesto Robles. Sira José pierde toda guerra del amor por el amor de Ernesto Robles esperando a que la vida por volver a amar, pero, la vida se supone que termina como comienza con un amor en el corazón. Sira José se rinde ante la guerra del amor con esos celos incontrolables e indomables cuando ocurre lo que transcurre y discurre lo que ocurre un amor para la historia, pero, por parte de Sira José y sin ser por parte de Ernesto Robles. Sira José está arrepentida, pero, se rinde y resiste de que la guerra de amor la perdió fríamente cuando en el alma y, más, la relación se enfrío en el corazón por un altercado frío. Sira José se rinde ante la guerra del amor y todo porque Ernesto Robles prefiere y tiene predilección por ser el Gigoló de mujeres exóticas y de mujeres mayores, aunque, Sira José cree y piensa que él prefiere a las mujeres más jóvenes que ella. La juventud tiene la belleza, el deseo, el amor y la pasión por la vehemencia carnal del deseo entre piel y corazón. La vida de Sira José comenzó por haber encontrado la razón y el corazón amando como nunca en un tiempo que necesitó el amor en su corazón. Sira José irrumpe en un llanto tan amargo cuando la soledad la derriba cuando Ernesto Robles la abandona por las mujeres exóticas de un Gigoló. El Gigoló Ernesto Robles se siente ávido, ambicioso y codicioso cuando abandona en el amor a Sira José perpetrando la gran osadía que el amor es como ésas mujeres exóticas, por las cuales, es un Gigoló de fortuna, dinero y joyas perpetrando la idea que debe ser mantenido económicamente por ésas mujeres que le ofrecen placer, amor y pasión a tutiplén. Mientras, Sira José zozobra y sucumbe en un trance de un percance como poder ser la mujer abandonada por un hombre que es un Gigoló, el cual, vive y se desvive por el amor de mujeres exóticas para poder ser mantenido económicamente. El amor encrudece cuando Sira José se rinde y se resiste a la guerra del amor por el único amor de Ernesto Robles, un Gigoló, el cual, perpetra la única razón en convertir la guerra del amor en una pelea o en una contienda o camorra por un altercado frío entre mente y corazón por amar a ése hombre. Sira José se siente como la guerra del amor y tan perdida como el temor que encierra la vida y el amor a toda costa cuando en el alma y en el corazón se debate una sonrisa calculadora y dominante como el desenlace frío por haber sido abandonada por un hombre de nombre Ernesto Robles. El Gigoló Ernesto Robles dejó un suburbio autónomo en poder creer que el sentido fue irreal y que su solo corazón fue por saber que el destino es suave como poder destruir a un sólo corazón y amando como nunca. Ernesto Robles quedó como el Gigoló más deseado, más codiciado y, más, aventurero de todos los tiempos. Sira José ama como nunca a Ernesto Robles con un sólo corazón en el alma a escondidas. Sira José dio la vida y la sola verdad porque el cielo está vacío de nubes como es el desamor, cuando con el hambre y la sed quedó sedienta de amor sin calor. Sira José se dedicó en fuerzas y en un corazón a amar a Ernesto Robles, pero, sólo, fue rendirse y resistir la guerra del amor cuando perdió todo el amor por ése hombre. La guerra del amor comenzó en discernir la espera inesperada en poder creer que la razón y el corazón de Sira José entristece de espanto cuando resiste y se rinde a la guerra del amor perdiendo la vida, la razón y el corazón amando como nunca a Ernesto Robles. Sira José se ha rendido y se ha resistido fuertemente a amar enredadamente en contra de los celos y en contra del amor que le tiene a Ernesto Robles.
Ernesto Robles acechó con devorar a todas ésas mujeres exóticas para que lo mantengan económicamente dejando abrir brechas de pasiones e ideales nocturnos en la cabeza llena de amores clandestinos. Ernesto Robles quedó como el dolor o como todo el amor a cuestas de la sola razón cuando cree que hasta en el fondo de toda verdad inocua e impoluta sin saber que Sira José será como el dolor de cabeza. Ernesto Robles quedó como un torrente de adiós cuando en el alma y en el corazón se entregó como la forma más débil, pero, sólo, en amar a mujeres exóticas que puedan mantener a un hombre que es un Gigoló como lo es él. Ernesto Robles es un Gigoló de ésas mujeres exóticas que con amores clandestinos, placeres de vida y pasiones de amores creen que pueden tener, amar y mantener a un hombre de tal envergadura. Las mujeres exóticas con quien se pasea Ernesto Robles son mujeres de clase, mayor en edad y quieren amar en camorra, altercado y contienda a un Gigoló como Ernesto Robles. Las mujeres exóticas y clandestinas se entrelazan, se cruzan e interfieren un deseo, un anhelo y un corazón con latidos fuertes solo para amar y, así, se compenetra la única forma en querer disolver el alma como agua de manantial entre los dedos. Las mujeres exóticas desean y veneran tanto el amor en el Gigoló Ernesto Robles que se debate una espera trascendental por amar a ése hombre con ímpetu, agalla y valiente voluntad sin saber que la espera es mutua y recíproca entre él y ésas mujeres exóticas que cruzan un estandarte solo para encontrar y hallar el amor en placer mutuo. La vida de éstas mujeres yace en una forma extraña, pero, tan real como poder ser incierta la vida, la trascendencia y el amor que busca un Gigoló. El Gigoló se siente como un hombre que ama la fortuna, el dinero y las joyas en un momento real. La vida atemoriza en saber que la vida como llega se puede ir, pero, en un Gigoló, sólo, se espera amar fortuna, dinero y joyas. El Gigoló Ernesto Robles terminó su vida con enfermedades venéreas cuando amó con locura y con pasión indeleble dejando fortuna, dinero y joyas sin poder ser magnificencia gastada, sólo, sexo sin amor, sin pasión, sin corazón y sin vida mortificando la espera en morir calladamente e inmutamente. Sira José se ha salvado de morir de una enfermedad transmitida y venérea por parte del Gigoló Ernesto Robles. Sira José se atreve a desafiar el sol, el cielo y la luna con un ademán tan frío como lo fue volver a reencontrarse con el verdadero amor y pasión que ella siempre deseó. Sira José halló una pasión y un amor en un verdadero hombre cuando el corazón lo quiso y, así, fue el verdadero amor llevando en su interior el amor. Sira José quedó amarrada, atada, atrapada y adherida en un afán por tener el verdadero amor en el corazón. El Gigoló Ernesto Robles muere a causa de una enfermedad venérea transmitida y sucumbió en un delirante desafío dejando fortuna, dinero y joyas esperando a que el tiempo le dejara disfrutar, pero, muere sin conciencia, sin amor y sin placer. La guerra del amor fue perdidamente perdida cuando el tiempo caduca y expira cuando Sira José pierde completamente el amor del Gigoló Ernesto Robles. Sira José enaltece el amor y la pasión en el verdadero amor que acaba de conocer y es otro joven menor que ella cuando halla el verdadero amor en ése joven, un joven fiel y con los mismos caracteres de vida que ella para poder vivir la vida. Sira José aprendió a vivir la vida sin importar edad, amor o corazón amando sólo una vez cuando, sólo, amó al primer hombre de su vida celando con indomables e inquebrantables dominantes celos a un amor, el cual, no la amó. Sira José, sólo, recordó que el amor le salvó el alma y el corazón cuando la abandonó dejando el corazón solitario para amar. Sira José a la guerra del amor la perdió por jugar un juego con celos dominantes hacia aquél viejo amor con el hombre Gigoló llamado Ernesto Robles, cuando el amor se perdió entre aquellos celos.
FIN
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Autor:
EMYZAG (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 25 de junio de 2025 a las 00:17
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
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