Levantisco

¿Quién lleva en sus venas

café en lugar de sangre?

No será otro el que me asombre

el que domine mis vicios

y mis conversaciones.

Este animal majestuoso,

termodinámico,

me intimida buscando quehaceres.

Tengo una plática por dilucidar

un testimonio de inventarios,

otro crisol de alabastro traslúcido

y una sarta de cuentas, perlas negras

que nunca usé por temor a perder

y dejar sin vigilancia mi fracaso.

Hay luto en el lunar de sangre,

una orgía cósmica

cada vez que salto en el tiempo

entre la carretilla vieja, usada, gastada,

y los anillos de seguridad

de algún ser Todopoderoso.

No hay nada tan poco democrático

como la fe ya transmutada.

Puntos perdidos en el ocaso,

seres pequeños

polivalentes como los Ulises de Joyce

carentes como el gigantón de Wilde

supuestamente invasivos

como los Horacios-Montejos

y los Curiacios-Peláez.

OLLIN

16/11/2017