Suenan los chanclas mientras galopamos
con el ford, por las colinas de Irán.
Dos mastines apostados. ¿Tendrán
licencia para atacar? Recelamos
de nosotros mismos. Desconocemos
su nobleza y si nos llevarán
hasta el balcón del valle. Mirarán
el ríu Noguera de Tor. Nos besamos
con la pasión de unos adolescentes
que aman ese último rincón del mundo
para disfrutar sin más —inconscientes—
de ese momento, de ese olor profundo
a estío casi otoñal. Como dementes
saltamos. Ya no me siento errabundo.
-
Autor:
J.R. Infante (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 23 de junio de 2025 a las 08:07
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.