Quería que las cobijas me abrazaran
y no me soltaran,
que la noche me envolviera
y que la lluvia me diera la calma.
Mi tristeza trataba de apaciguarla,
como cual tormenta que surgía en mis pensamientos.
No quería quedarme en ellos,
solo deseaba que el sueño se anclara en él.
Pero la traición no me dejaba.
Me perseguía.
Sabía bien
que era inevitable que me encontrara.
Dentro de mis sollozos,
los juicios me sacaban,
me invadían.
No los soportaba.
De ellos, el foco se centraba en mí.
Mi torpeza fue mi declive.
Aceptarla fue la única salvación.
Aún seguía la marea,
pero al menos
ya no sentía la presión en mí.
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Autor:
Alias_Cosme (
Online)
- Publicado: 23 de junio de 2025 a las 02:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 3
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