EL ABRAZO DE LA MADUREZ-507📜

EL ABRAZO DE LA MADUREZ

En las cantinas, donde el dolor se entremezcla,

Me encuentro llorando, con el alma triste y desecha.

Aunque los caminos de la vida me han llevado,

Siento que aún hay heridas que no han sanando.

Llegando a media Escala, de mi madurez,

Pensé que el pasado estaba olvidado, en un adiós fugaz.

Pero en ocasiones, la soledad me abraza en mi madurez,

Anhelando el calor de un padre, ese abrazo que nunca tuve, tal vez.

En cada trago de amargura y añoranza,

El eco de mi pasado me embriaga con su fragancia.

La ausencia de un padre, esa figura paternal,

Deja un vacío en mi ser, un anhelo inmortal.

Pero a pesar de las lágrimas que brotan de mis ojos,

He aprendido a encontrar consuelo en mis propios abrazos.

Las cicatrices del pasado no definen mi presente,

Y a edad, encuentro en mí mismo el cálido aliento.

Aunque los recuerdos me arrastren por un camino añejo,

Me fortalezco en la certeza de que yo soy mi propio reflejo.

El pasado se desvanece, pero el presente siempre está,

Y en mi madurez, encuentro la fuerza para seguir adelante, sin mirar atrás.

Así que en las cantinas, donde el llanto se desliza,

Entiendo que la tristeza no es mi única brisa.

Recuerdo que soy el padre que nunca tuve,

Y en mi madurez, encuentro paz en el amor que me construye.

No voy a llorar ya más en las cantinas de desconsuelo,

Sino que celebraré mi fuerza, mi coraje y mi anhelo.

Porque en cada etapa de la vida hay un aprendizaje,

Y en mi madurez, encuentro el amor en cada nuevo amanecer.

© LAH Corazón Bardo