Tengo un anhelo sencillo,
pero tan grande como el cielo:
sentarme a tu lado Susana,
y con un café en la mano
explorar el universo
que se esconde en tus ojos claros.
Imagino el calor
de tus dedos entre los míos,
silencios suaves,
risas que nacen despacito,
como si el mundo esperara
a que tú y yo nos descubramos.
Hablar de lo que sueñas al dormir,
y yo contarte cosas de mi vida,
sin prisas, sin temores que fingir,
dejando que la calma sea compartida.
No pido más que instantes con sabor
a café, a carcajadas y ternura,
sentarnos frente a frente y sin temor
abrir el corazón sin armadura.
No quiero prometer estrellas,
ni prometer eternidades,
solo un momento contigo,
donde el tiempo no haga falta,
donde basten tus palabras
y tu presencia tan callada.
Quiero saber quién eres
más allá de lo que muestras,
ser testigo de tus sueños
y refugio de tus tormentas.
Tú, mi pausa en el día,
mi poesía más bella.
Susana, en tu mirar hay claridad,
hay fuego, hay melodía, hay horizonte,
quisiera ser tu abrigo, tu verdad,
tu paz cuando el silencio te rodee.
Y si me dejas,
quiero invitarte a un café,
a tomarnos la vida sin prisa,
a saborear miradas,
a perdernos en la charla,
y quizás, solo quizás...
encontrarnos el uno al otro
sin buscar más nada.
Entonces, Susana, ven…
tomémonos ese café sin miedo,
sin calma, sin prisa, sin escudo,
y deja que al mirarte, y tú al mirarme,
nos descubramos poco a poco…
como si el sentimiento y el gusto no tuviera apuro.
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Autor:
Andrés KA. (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 23 de junio de 2025 a las 01:27
- Categoría: Amor
- Lecturas: 2
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