Exilio
Quiero un exilio.
Un exilio de mi mente.
Un exilio de mi cuerpo.
Un exilio de mi piel, de mi alma y de mis huesos.
Quiero un exilio de todo lo que sea mío y aún te desee.
Si existiera una bola de cristal, ya estaría agotada.
Porque le preguntaría a cada instante qué pasa por tu mente cuando recordas, porque se (no con certeza) pero sé que por algún momento, en algún momento, mi nombre te recorre las venas, te eriza la piel y te abre un cuaderno lleno de preguntas, de certezas y de dudas.
Pero esa bola de cristal no me alcanzaría. Porque de qué sirven todas las palabras si no tengo los actos.
Quiero un exilio.
Quiero dejar de habitarme con tu nombre.
¿Cómo se hace para escapar de un deseo que vive adentro, de un deseo que no fue consumado, de un deseo que existió en nuestras prosas? ¿Podría alguien ajeno entender con tal libertad lo que nos quisimos decir?
¿Cómo se hace para no imaginarte en caminos si hay noches en que parece que todavía estás ahí?
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Autor:
Denise Arredondo (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 23 de junio de 2025 a las 00:02
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Poesía Herética, Eduardo Rolon, Antonio Pais, Rafael Escobar, EmilianoDR
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