Esa mujer...
guarda en sus labios
la receta exacta del temblor.
Cuando me besa,
el tiempo se detiene,
y mi pecho…
late más de lo normal.
Si alguna vez prometí
amar para siempre,
fue porque lo sentí,
no en la boca,
sino en el alma.
No sos un juego,
ni una pausa en mi historia.
Sos mi centro.
Mi calma.
Yo traigo en el pecho
amor del bueno.
Sin máscaras.
Sin dobleces.
Sin miedo.
Y en cada sueño,
te imagino…
caminando conmigo
hacia un futuro que no da miedo.
No temas volar, amor...
volá tranquila.
Yo no vine a cortarte las alas,
vine a sostenerlas si tiemblan.
La libertad contigo
no me asusta.
Me inspira.
Yo quiero darte lo mejor,
no promesas vacías,
sino un cielo nuevo,
un mundo más tierno,
hecho a tu medida.
Porque te amo…
sí, te amo.
Sos mi sueño real.
Mi destino sin mapa.
La única capaz
de conquistar
todo lo que soy…
sin pelear.
-
Autor:
Celeste (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 22 de junio de 2025 a las 22:59
- Categoría: Amor
- Lecturas: 6
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, Eduardo Rolon
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.