La física del roce sin tacto
*
No cae del cielo.
La lluvia no cae.
Sube desde dentro,
como un recuerdo antiguo
que el universo se permite repetir.
*
No son gotas,
son pulsos.
Caricias sin dedos
que atraviesan la piel
como si la materia supiera
que hay otras formas de tocar.
*
Una lluvia así no moja:
sintoniza.
Te afina con el todo,
te enciende las moléculas
hasta que el cuerpo no sabe
dónde termina
y dónde empieza lo que lo rodea.
*
Es música.
Pero sin notas.
Es una sinfonía que ocurre
en la quietud.
Un compás exacto
donde cada prisma
sabe su lugar en la danza.
*
Nos acaricia el tiempo,
el vacío,
la energía que pulsa
cuando el alma se deja estar.
*
Y entonces,
sin una sola palabra,
entendés:
no estás solo,
nunca estuviste.
La lluvia sabía tu nombre
antes que vos supieras pronunciarlo.
*
A.B.A. 2025©
Amalia Beatriz Arzac
Buenos Aires – Argentina
*
Imagen: La balsa de la Medusa-37cmx46cm
Theodore Gericault-Museo d’Orasy de Paris
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Autor:
Amalia Beatriz Arzac (
Offline)
- Publicado: 22 de junio de 2025 a las 15:34
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 39
- Usuarios favoritos de este poema: Rafael Perez Ortola, ElidethAbreu, Francisco Javier G. Aguado 😉, Antonio Pais, Eduardo Rolon, Lualpri, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR, Nelaery, Pilar Luna, MISHA lg, alicia perez hernandez, Classman
Comentarios2
Magnífica sintonía musical de esa lluvia interior que nos encandila. Aunque la descuidamos, es generosa y de vez en cuando nos hace subir a las nubes.
Saludos cordiales.
Gracias por tu apreciación. abrazo fraterno
Que hermoso que la lluvia lleve nuestros nombres.
Gracias y abrazos Amalia.
Hola Elideth, Gracias detenerte a leer mis letras y comentarlas. Abrazo en las letras
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