Soledad, ¿dónde estabas? Estuve preguntando por ti. ¿Por qué no contestabas?
Hoy más que nunca te necesito, necesito de tus consejos y sabiduría.
Eres buena amiga, nunca me decepcionas porque nunca me abandonas.
En estos días de invierno quiero que me abraces en las noches de frío.
Mis madrugadas son muy largas y el insomnio no quiere hablar conmigo.
Dejarme solo fue mala idea; los días son muy largos y la noche es fría.
¿Te olvidaste como la pasábamos bien? ¡A solas con un mate, café o té!
No es fácil vivir como si no existiera, por eso tú eres mi compañía perfecta.
En estos tiempos de los "te quiero" y "te amo" falsos, me haces mucha falta.
Me cansé de la indiferencia, y la verdad ya no me queda nada.
Te doy toda la razón cuando me dijiste que de mi agujero no salga.
Que muchas personas son falsas y con el tiempo lo comprenderia.
Di más de la cuenta, di hasta lo que no debía, di toda mi dignidad.
Y por eso te busqué, en me aquí ya me ves, tu y yo a solas juntos otra vez.
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Autor:
EMBAR (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 22 de junio de 2025 a las 10:07
- Categoría: Triste
- Lecturas: 3
- Usuarios favoritos de este poema: Mauro Enrique Lopez Z., Eduardo Rolon
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