🔥AL DESTINO

Roy Royers

Con premura, corro en este laberinto de la vida rodeado de verdes arbustos rectos y ángulosos para encontrar la apagada luz de mi destino y encenderlo. Y mientras lo busco, recordaré cuando te conocí, color de mi vida.

Es por esto que quiero que sepas que cuando el sentimiento más visceral de todos llamó con suerte a mi puerta con todo su calor y con toda su potencia, que temblé. Temblé en mis adentros como solo una hoja hace a merced del viento porque podía arder. Y aunque mis frescas y verdes y jóvenes hojas no lo hicieron, desearía no haber perdido ni una sola, pues tú me arrebataste las suficientes como para apostar por ti. Y aunque un agresivo y cáustico sentimiento me contamine...

[¡Ah!] (Grito)

¡No puedo verter sobre ti estas palabras! Pero aunque no pueda hacerlo, con ellas, podré encontrar mi destino.

(Tuerzo a la derecha)

Nunca sabremos que nos tiene deparado el sol de cada mañana como tampoco sabremos qué misterios esconde la luna, porque por mucho que tengamos el control de nuestra vida, durante nuestra vigilia, de vez en vez, nos encontraremos con personas y eventos inesperados.

(Tuerzo a la derecha)

Me pregunto cómo se llamará tu caballero blanco, si es que tienes alguno, pues la sonrisa de tus labios,  suerte que  habrá de alumbrarle y despejarle todas las dudas, habrán de acogerlo en tu bello mundo. 

Yo quisiera volver a ver esa sonrisa que no conocerá el elegido, que es la de aquella niña tímida que conocí con ese sobresaliente colmillo. Yo quisiera que dejaras de censurarme para ver cómo en tu semblante se dibuja la sonrisa agradable y radiante de los niños. ¡Ojalá encontrarme en los bellos arbustos y de manera inefectiva la sombra de tus labios!

(Tuerzo a la derecha)

No anhelo tener amigos. No anhelo tener amistades que alimentar en una copa de cristal. No obstante, deseo poder cultivar en mi una de ellas como palmeras que habrán de resistir la intensidad de mis rayos. ¿Cuántos oasis se generarán? ¿Y cuáles seres se acercarán a beber? ¡Sois libres! Pero solo el destino sabrá si beberéis, pues también soy un oasis, y no quiero compartirme. Mas aquel que realmente quiera llegará. 

(De repente, llegó a un muro de claveles rojos. Y una luz débil de múltiples colores, todos menos el verde, se cuela. ¿He llegado? No sé. Pero me pregunto si todo lo vivido tuvo que ver).

¡Oh, vida que se vive más allá del presente, quiero alcanzarte y experimentarte! ¡Pero antes de eso, habré de reavivar tu fuego con la honesta y amada llama que he transfigurado en múltiples ocasiones! ¡Ya no es ella! Ya no es de ella…Pero te abriré y te atravesaré como el elegido que quiere conocer su futuro.

[¡Ah!] (Grito con determinación mientras hundo una mano y otra para abrir el frondoso muro de claveles, y con dificultad. Es duro el futuro, se resiste. Se intenta cerrar, pero debo entrar. Mas no para avivar aquello que se oculta tras el muro, sino para verlo y controlarlo a mi merced)

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