Tanto amor por darte,
tantos poemas que mi alma ha recitado,
y sueños que brotan desde mi pecho,
pero que mueren cada mañana.
Tu risa me acaricia como un refugio,
pero tus ojos solo me ven como amigo,
y mi corazón, tonto y valiente,
sigue latiendo, aunque me duela el olvido.
Te di mi fragilidad, mis palabras calladas,
mis días llenos de promesas no dichas,
y tú, con una sonrisa, tomaste lo que pude ofrecer,
pero sin ver que era mi vida lo que en tus manos caía.
Me duele ver que para ti soy solo el consuelo,
el que se queda en las sombras, mientras tú brillas,
mientras mi amor se ahoga en la espera,
en el cruel silencio de lo que nunca será.
No puedo decirle al viento que se detenga,
ni a mis pensamientos que te olviden,
ni a mi corazón que se cierre a la esperanza
de que, algún día, tú veas más en mí que solo un amigo.
Y aunque me arrastre el dolor,
aunque mis lágrimas callen en mis noches solitarias,
aún seguiré esperando,
aunque sé que el “sí” que soñé nunca llegará.
_FreddyEspinoza
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Autor:
F.Espinoza (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2025 a las 19:15
- Categoría: Triste
- Lecturas: 15
- Usuarios favoritos de este poema: Eduardo Rolon, Mauro Enrique Lopez Z.
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