Te quedaste dormida, apoyada en mi pecho,
tapás mi vieja herida…
Eso es lo que más quería.
Después de muchos años,
regresó mi amor de antaño:
la misma que, en la juventud,
me provocó tanto bien… y daño.
Empezamos solo a hablar,
a dialogar y recordar.
Luego el encuentro vino,
con flor y dos copas de vino.
Una palabra, una mirada,
un abrazo y un besazo.
Gusto dulce en sus labios,
solo que ya son más sabios.
Cuánto tiempo se fue,
y no volverá jamás.
Ahora decís que me amás,
me acariciás y mimás.
Te veo en mi cama,
y no lo puedo creer.
No sé si vivo un sueño…
o vuelvo a ser tu dueño.
Es todo sensación, emoción…
Debo parar y hablar con mi corazón.
¿Será esto mi vieja pasión,
o simplemente una confusión?
Ya no somos los mismos.
No sé quién sos hoy.
Antes hubiera dicho: “¿Y qué? ¡Voy!”
Seré precavido… aunque acá estoy.
Pensamientos y sentimientos…
Necesito claridad.
No entiendo esta realidad…
¿Tendremos ahora afinidad?
Don Impulso me gritaría:
“¡Viejo, viví el día!”
Cautela lo miraría y diría:
“Si no hubiera sufrido… reiría.”
¿Será esto nostalgia,
o amor maduro?
No quiero sufrir,
y menos dejarte ir.
Callado, te vuelvo a mirar,
y me volvés a gustar.
No sé si desconfiar…
o suspirar y dejarme llevar.
-
Autor:
Isgo (
Offline)
- Publicado: 19 de junio de 2025 a las 10:33
- Categoría: Amor
- Lecturas: 11
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio Pais, alicia perez hernandez, EmilianoDR, Mauro Enrique Lopez Z.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.