QUERIDA Merche (carta de amor) 

liocardo

 

 

 

QUERIDA Merche: 


No dejo de pensarte.  


Sólo con imaginar cada uno de tus gestos grabados fotograma a fotograma en mi memoria, el sonido de tu voz y de tus silencios, el aroma de tus presencias y tus ausencias, el calor de tu cuerpo entre mis brazos y de mis manos sobre tu piel, mis dedos abriendo con arte de campesino surcos entre tus cabellos, me inunda el anhelo de tenerte siempre, y aunque es algo imposible, el deseo irracional se expande por hectáreas como señal de radar para encontrar un rastro tuyo y ordenarme salir a cualquier lado a interceptarte y claro, no me resisto. 


Te marchaste hace una eternidad, y aún no me he acostumbrado a no tenerte. Te marchaste bien temprano, apenas acababa de salir el sol, y recuerdo como de un sueño que, mientras nos amábamos, me anunciaste con tristeza que no volverías hasta la noche. Y te echo tanto de menos. Todo lo que he hecho durante el día no ha sido más que pensarte. Mis pies son pensamiento, mis brazos pensamiento, mi espalda pensamiento, mi pecho… no, mi pecho no. Mi pecho es un suspiro profundo y sin fin. 


A veces me sorprendo escondiendo algo para poder llamarte y preguntarte si lo has visto. A punto estuve de dejar salir al perro para que siguiera tu rastro hasta el centro y a los dos minutos yo, exhausto tras él, aparecer correa en mano y cara de enojado maldiciendo al animal, sólo por mirar tus ojos y que tus ojos me miren. 


No sé si te he dicho alguna vez que no puedo estar sin ti. Debo decirlo, y bien alto. Debo escribirlo en todas las paredes blancas, en todas las señales de tráfico. Anunciarlo por la prensa, televisión y radio, para si donde quiera que estés en este momento recibes el mensaje, sepas que te espero impacientemente y que desde que te fuiste, esta mañana a las ocho, casi ni como, y ya dan más de las doce. No concilio el sueño, no me puedo estar quieto, no vivo.

 
Lo sé, dijiste que volverías. Confío en ti, ya lo sabes. Te esperaré. Esperaré porque no imagino que el mundo se mueva sin ti. No concibo que salga el sol por el este cada día que no sea para otra cosa que alumbrarte, que la luna no asome sino para contemplarte, que las estrellas no iluminen sólo por competirte.

Vendrás. Sé que vendrás de nuevo a tu casa, a nuestra casa. A tu cama, a nuestra cama, la que desde que te fuiste no he vuelto a hacer y aún conserva la forma de tu cuerpo en el colchón, tu olor, tu temperatura, y hasta las miguitas de nuestro último desayuno.  Sólo espero que cuando regreses, colmada de mil aventuras, repleta de sensaciones y experiencias, con todo un repertorio de proezas que contarme, al menos, hayas traído la cena, porque desde que te fuiste no hice otra cosa que escribir sobre ti.  


Desde que no estás, no he dejado de amarte ni un momento.  


Te quiero con locura. 


Te espero siempre. 

 


Ángel Paz 

 

 

 

 

  • Autor: Lío Cardo (Seudónimo) (Online Online)
  • Publicado: 18 de junio de 2025 a las 03:21
  • Categoría: Carta
  • Lecturas: 3
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Comentarios +

Comentarios1

  • Pyck05

    Bonito escrito en forma de carta, felicidades.
    Saludos.



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