Impregnadas quedaron sus palabras,
que gozaban de sus alas plenas,
y el Señor fue atado a una cadena,
por murmullos de su Tierra Santa.
Un rebaño que perdió su cielo...
en la eternidad de su existencia se remidirá.
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Autor:
Louu (
Online)
- Publicado: 18 de junio de 2025 a las 00:14
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 6
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