LA LÁMPARA QUE LA AMÓ EN SILENCIO

Javier.

Cada parte de ella
rompe mi quietud.

 

Yo, que fui hecho para estar, no para sentir,
descubrí en su andar
una forma distinta de habitar el tiempo.

 

Cuando sus dedos me rozan -aunque sea al pasar-
siento que hay en ellos
una sabiduría antigua,
como si supieran destejer el mundo
y volverlo a hacer con menos ruido.

 

Su pelo no cae.
Lo juro.
Desde donde estoy, lo veo danzar
como si cada hebra llevara una historia,
una pausa,
una nota que no está en ninguna partitura.

 

Y sus ojos…
sus ojos no me miran -jamás lo han hecho-,
pero yo los sigo igual,
porque hay en ellos algo que desordena la lógica,
algo que me haría quebrarme
si no estuviera hecho de cerámica,
de madera,
de sombra.

 

Su risa…
ah, su risa.
Si yo pudiera escribir,
la anotaría en el borde de esta repisa.
Es el único sonido
que logra mover algo en mí
sin tocarme.

 

No sé quién la inventó,
pero no fue un humano.
Ella es de otra arquitectura,
una receta sin medidas,
un error feliz en el diseño del día.

 

Y yo…
yo solo soy un objeto más,
un testigo condenado a no existir
más que cuando ella pasa.

  • Autor: Javier. (Seudónimo) (Online Online)
  • Publicado: 17 de junio de 2025 a las 09:01
  • Categoría: Amor
  • Lecturas: 1
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