Princesa de La Vida Real

Princesa de La Vida Real 

Mi historia no es de castillo encantado,  
ni de princesa en torre encerrada.  
No espero un beso de amor sellado,  
ni un hada con varita dorada.

No busco espejos que digan "la más bella",  
ni zapatitos de cristal frágil.  
Mi camino no es por aquella  
sendera de cuento tradicional.

Vengo de un libro de páginas vivas,  
donde las lágrimas también son verdad.  
Donde las mujeres, fuertes y activas,  
tejen su propia felicidad.

No quiero príncipe en corcel brillante,  
ni siete enanos en casita al final.  
Busco un amor que sea constante,  
un compañero leal y real.

Uno que luche, como el buen Quijote,  
por sus ideales y su pasión.  
O que, como Shrek, a pesar del mote,  
abra su corazón con valor.

No pido palacios de mármol blanco,  
ni hechizos mágicos que solucionen mal.  
Prefiero un hogar sencillo y franco,  
donde el respeto sea el principal.

Sé que la vida no es "felices siempre",  
hay días grises y algún quebranto.  
Pero de cada caída se aprende,  
y se levanta con nuevo encanto.

Hay una magia que no es de varita,  
es la que nace del interior:  
El poder de la mujer que invita  
a reconstruirse con más valor.

Sí, soy princesa, mas de otro cuento,  
donde yo escribo mi propio final.  
Con mis aciertos, mi sufrimiento,  
¡y la corona de mi dignidad!

Mi cuento es humano, de carne y hueso,  
con luces, sombras y libertad.  
Donde ser yo misma es el suceso,  
¡y mi "para siempre" es realidad!

—Luis Barreda/LAB