Lo único que queda son mis ojos
celestes y tristones como pocos
que sueñan sin saber lo que les pasa,
que viven o se mueren uno a uno,
que ayudan mi destino en la jornada
y cantan a la vida emancipada
bailando sobre el agua en la pileta,
llorando sin consuelo cuando pierden
amigos y canciones en la nada.
Lo único que queda son mis ojos
llorando sin consuelo en la partida
con besos que se soplan a lo lejos
y alcanzan a las metas arrobadas
de amigos jugando a la ruleta,
con nidos de pájaros azules,
amarillos o verdes o violeta,
que esperan que me siente en mi ventana
para volar hasta una rama cerca
sin voz, sin corazón, sin flor, sin nada,
hamacándose tranquilos sobre el agua
adorando de pronto a la bandera.
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Autor:
Lucy (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 15 de junio de 2025 a las 19:39
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: Lualpri, ElidethAbreu, WandaAngel
Comentarios1
Gracias, querida amiga Lucy.
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