El moho era el rey,
un moho venido
de otro sitio, de una
especie extraña, escasa,
Virginia no tenía noticia,
ni siquiera un atisbo
de información, y Evaristo,
su director de tesis, exmiembro
de la comitiva darwiniana
que dio con tantos hallazgos
e invenciones a bordo del Beagle,
que dieron con la definición
del concepto humano y su fuente,
tampoco tenía mención previa,
ni siquiera en su plagada biblioteca
de títulos insignes e incunables; y ella,
sin saber qué dirección tomar
en un velero sin puerto a la vista,
se encontraba perdida, y paró máquinas,
detuvo en seco las observaciones
al microscópio y se sentó en el sofá
del despacho de él —la llamó de urgencia—
y se animaron a cambiar el plan previsto
y engolfarse en la incertidumbre que él
—el moho— no bautizado aún, anunciaba
a bombo y platillo.
Ese trozo de pan de Alcalá, ínfimo,
minúsculo, abandonado a su suerte,
desdeñado sin la menor intención,
por descuido, tras dar buena cuenta
de un bocadillo de chorizo la tarde
anterior —ella la afortunada, roja
de gusto como el propio derivado cérdico—
sirvió de resort a esta colonia inaudita,
cuyo asociamiento tisular era tan ignoto
que la ciencia, todavía, aún, no estudiado,
remisa a aceptar en su club a miembros
advenedizos, asombrada, no se lanzaba
a dar crédito, y ella —orgullosa de no limpiar,
de no ser adecuadamente limpia por contra
de cómo se le hubo enseñado en casa—, agradecía
a Dios el defecto, la serendipia, la entropía eterna
a lo que todo lo que posa sobre este mundo
está sometido sin perdón ni excepción algunos.
Este moho —de cuyo nombre no quiero
acordarme— sigue reinando en Alcalá.
-
Autor:
Albertín (Seudónimo) (
Online)
- Publicado: 15 de junio de 2025 a las 12:33
- Comentario del autor sobre el poema: El azar, destino, vida, Dios, o como se quiera mencionarlo es un terreno vedado a la luz del conocimiento por mucho que la tecnología se eleve y por muchos siglos que se nos permita existir en este planeta.
- Categoría: Religioso
- Lecturas: 1
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.