Siempre es atemporal

Rosendo Ruiz

— Estoy en un gran planeta, 

     donde el día no se conoce

     y el café nunca está caliente.

     Es un lugar lleno de gente 

     y todos tan conectados

     pero en el fondo no hay nadie.

     Todos esperan a ver si

     surge una nueva idea

     para intentar fingir que

     estamos todos unidos,

     unidos.

 

— Bueno, el sol sí se conoce

     pero el día es oscuro igual,

     el mate siempre es amargo

     y los cigarros no me calman ya.

     Los tóxicos no son letales

     frente a las buenas mentiras,

     los amigos ya no existen y

     en la familia nomás es la guita.

     Y en esta gran ciudad

     el respeto no tiene valor,

     siempre existió y va a existir

     un mundo sin color.

 

— El dinero es tan banal, 

     el oro significa pasado

     y el trabajo solo es presión.

     La máquina es tan astuta 

     y el humano es un pecado

     cada vez con menos alma.

     Cómo me gustaría ver

     si hace rato Dios murió

     o si solo bajó a tierra

     para verter su prisión,

     su prisión.

 

— Todo acá es al revés,

     el pecado es la santidad,

     los derechos son la excusa perfecta

     para negociar tu impunidad.

     El nuevo plan es la promesa,

     las protestas son ideológicas,

     el bien común ya no existe

     y lo que importa es la bandera.

     Y en esta sociedad,

     la tolerancia es nula,

     siempre hubo y siempre habrá

     una grieta en la ruta.

 

El miedo es universal,

el tiempo es desperdiciado,

la decadencia es candente

y el caos es descontrolado.

Cada vez hay menos estrellas,

los planetas chocan entre sí

y el universo presencia

el temido apocalipsis final

tan presente, tan atemporal.

 

— Los ladrones ya no existen,

     ahora son solo ácaros

     comparados con estos vampiros.

     La sangre ya no es roja, 

     el calor ya no me quema

     y no hay nada que pueda sentir.

     Solo puedo esperar que

     alguien se coma mi mundo,

     que cambie este mundo,

     que cambie mi realidad,

     mi realidad.

 

— Todo espacio esta rodeado

     por tanta decencia muerta,

     ya no puedo cenar afuera porque

     no falta quien te exige algo.

     "Pedir para no robar"

     es el lema de nuestra cultura,

     ¡Ahora yo tengo que pagar

     su expulsión a la marginalidad!

     nuestra evolución es decadente

     y los valores son tan hipócritas,

     Y en esta corrupta moral

     el miedo es la solución,

     el motor perfecto para un

     mundo sin valor.

 

La miseria es universal,

el tiempo es tan limitado,

las brechas son más gruesas

y la humanidad se va apagando.

Cada vez el agujero es mayor

los planetas se desvanecen

y la gravedad anuncia sutil

el eterno retorno de este ciclo

tan presente, tan atemporal.

  • Autor: Rosendo Ruiz (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 14 de junio de 2025 a las 14:25
  • Categoría: Reflexión
  • Lecturas: 1
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