Meow, maullidos del cielo.

Sabía que no estaríamos juntos por siempre,

pero, ¿era necesario tan de prisa, perderte?

Podríamos charlar juntos una última noche,

podrías romper el silencio con tus patitas que clamaban atención,

sería el último baile, pero compondríamos juntos una canción.

Al mundo me enseñaste que puedo amar

¿Cómo podrías pedirme que te deje marchar?

Cómo un ángel llegaste y te fuiste,

para hacerme auténtica, fuerte.

No pude decirte, mi fortaleza siempre estuvo en quererte.

Sabes que habría dado todo por que te quedaras,

pediría al cielo por otra oportunidad,

pero nunca tuve la suerte de que mis peticiones fuesen concedidas.

La única suerte de mi vida fue encontrarte,

sólo para que la vida me demostrara que lo real no está a mi alcance.

¡Oh Dios! En todo el mundo lo busqué, yo sola lo encontré.

¿Cómo podría la vida ser tan desafortunada? 

Incluso cuándo nunca te he pedido nada. 

Si tuvieras que buscar compañía en una larga travesía.

por el mundo en cada rincón… ¿Qué encontrarías?

Porque yo sólo lo encontré a el.

¿Con qué derecho decidiste que podías llevartélo?

Si tuvieras todo lo que fuímos, ¿Serías capaz de dejarlo?

Te aseguro que yo no.

Me pregunto si me extraña tanto como yo lo hago,

Si de sus siete vidas, la que compartió conmigo fue su preferida.

Anhelo volver a escuchar su maullido cada vez que yo emito ese peculiar silbido.

Su pelo gris aterciopelado uniéndose a mi cabello maltratado.

¿Sabías que nos comunicábamos a través de un lenguaje propio?

Una vez que a mi vida llegó nunca sola me dejó,

pequeñas mordidas en mis pies anticipaban su compañía,

auriculares rotos avisaban que su ira estaba encendida.

meows tan ruidosos clamaban ¡Quiero comida!

Pancita calientita anunciaba su visita.

En ese momento, un triste maullido avisó su partida.

El día que el mundo me dejó, incluso cuando Dios se alejó.

Lloraba sin consuelo, sin esperanza me encontraba, en el suelo.

La primera vez que me encontré frente al verdadero miedo,

Jacob fue mi único compañero.

Desde que lo conocí supe que cuando lo perdiera, me perdería a mí.

Sé que el lo sabía también, ¿Por eso no me dejaste verte a un mejor mundo ir?

Nunca olvidaré esa última noche,

sabíamos que era el final de nuestro por siempre,

amarte fue una elección  y una bendición.

si volviera a verte, ¿Quedarte sería tu decisión?