Inexplicable

Inexplicable

A veces, lo que más deseas nunca se cumple, y entonces aprendes a vivir con anhelos guardados en silencio, con sueños que habitan en los rincones más callados del alma. Yo te imaginaba, sin saberlo del todo, en cada canción que me tocaba el corazón, en cada puesta de sol que me dejaba sin palabras. Vivías en mis pensamientos como una silueta, como una esperanza que se negaba a morir. Y justo cuando creí que solo eras una ilusión, apareciste… tan real, tan hermosa, tan maravillosamente imposible.

Conoces a cientos de personas a lo largo del camino, y muchas simplemente pasan, se cruzan como hojas al viento. Pero tú, tú llegaste como un huracán dulce, como una tormenta que en lugar de destruir, sembró luz. En tu risa encontré vida, en tu mirada un mundo que me invitaba a quedarme. Y sin saber cómo ni cuándo, empezaste a cambiar todo, a escribir tu nombre en las páginas de mi historia, a dejar huellas imborrables en lo que soy.

No sé si el destino existe, pero quiero creer que sí, porque algo tan perfecto no puede ser casualidad. Tú eres esa excepción a todas las reglas, la respuesta que no esperaba y que llegó para transformarlo todo. Eres la prueba de que lo hermoso a veces tarda, pero cuando llega lo llena todo de sentido. Ya no tengo que imaginarte porque ahora te tengo en mis días, en mis pensamientos, en cada latido que lleva tu nombre.

Es mágico cómo alguien puede volverse imprescindible con tan solo existir. Cómo tu presencia le da color a lo gris, cómo tu voz se convierte en mi sonido favorito. No eras parte de mis planes, pero ahora no hay plan que no te incluya. Viniste a sanar, a despertar, a enseñarme que lo inesperado puede ser lo más hermoso del universo, y que una sola persona puede cambiarlo todo, absolutamente todo.

Y así, con solo ser tú, me diste la certeza de que el amor no siempre llega cuando lo llamas, pero sí llega cuando estás listo para reconocerlo. Gracias por aparecer, por existir, por ser tú. Eres el milagro que no pedí, pero que la vida decidió regalarme. Y ahora, cada día contigo es una prueba de que los sueños, a veces, no solo se cumplen… superan todo lo que uno pudo imaginar.