Al mirar el nacer moribundo de las cosas,
el viaje errante del hombre extraviado en la vida
sus mareas, aurigas invictas al destierro,
cesarán la ilusión de su inmemorial periplo.
Cuando nos rebelamos a la naturaleza
también nos tornamos ciegos y soberbios.
Pero, pronto el orgullo necio nos desmorona
y de esas ruinas nace nuestra consciencia.
Trágicamente, hay quienes sellan ese destino,
envenenados por la absurda melancolía inquisidora.
Que recubren sus espíritus y los ahogan,
hasta que impelidos, ante la vida renacen , en un origen.
En momentos que surge epifanía absoluta,
al darnos cuenta de este mundo que fue otorgado.
daremos nuestra corta, ilustre y grandiosa vida
la sensibilidad más absorta y dionisiaca.
¡Oh! se hace tan dulce el liberar las lágrimas
y regar las tierras con nuestra agonía.
En un suspiro frágil, que es casi nada,
con su nimio paso, el mundo estremecía.
¡Ah! tenemos amarradas a las manos,
las cuerdas que hacen girar la tierra entera.
Al caminar, con los pasos ascendemos
desde umbrales a las cumbres, y pináculos.
Se hace tierno ver las flores de los árboles
dando amor y sostén para ambas vivencias,
tal como el fiel viento da impulso para el ave
Y llegue a la lejanía que siempre anhela.
Así como la familia que alimenta a su hijo.
Hijo que agradece, se entrega a amar,
Amor que así surgirá, para engendrar,
Un ciclo perpetuo, se repite sin final.
Y se hace tan irresistible ver las nubes lozanas,
agarrar sus trozos y usarlos como almohadas;
para soñar al cielo, así volver a estar donde estuve,
antes de que alguien me soñase realizable.
Tomo una bocanada de aire y de pronto,
tengo a todo el universo metido en mi boca.
Si parpadeo, por un instante eterno
tengo el vacío ante mí, contemplando.
Y hay días en los que somos tan fértiles
que con tan solo acariciar las cosas les damos vida,
y hay veces en que somos tan libres y soñadores,
que nos creemos dueños del tiempo y de la alegría.
Con tu saliva transparente, crearé el abismal océano.
De tu sangre que derramas, tengo la vida encerrada.
En tu cabeza, tienes los designios imaginados.
Y en tu existencia, está el origen de todo lo que fue creado.
Y sí tocas el alba negro o la aurora más blanca,
les arrancas la oscuridad y les das el color,
Si pintas, danzas, escribes, haces música;
veo en tu arte el rostro de la creación.
Porque la realidad no es más que un espejo apasionado
¿Qué es el amor, si no el latir inmanente?
¿Qué es la tierra, si no el corazón del universo?
¿Qué es el universo, si no el cuerpo de Dios?
¿Y qué es la vida? Si no un beso de Dios…
Un beso, que me puedes dar tú misma
Pero haz que se esparza por todo lo que sientas
Desde los recónditos sueños hasta el final nuestro.
Así, un beso que crea la génesis del mundo
y da amor a todas las cosas más hermosas.
Aferradas a un sentir tan profundo de dar
hasta el apocalipsis de la humanidad.
Desde el polvo más miserable de todos
hasta lo inmenso de lo que aún desconocemos
¿Qué eres? Si no lo desconocido magno y cautivante,
el universo incomprensible para el hombre, que me revela.
Del millón de astros que chocaron y anduvieron,
acá sigues tú, siendo el espacio inefable orbitando,
Y somos del fondo a la luz más infinita e ignota,
las manos que erigen el firmamento blanco.
Donde hay un muro interminable y oscuro
con todas las grandes obras de la humanidad,
donde firmaron los más grandes de la historia
ahora lo derribamos para ver el cielo celestial.
Nos reímos del mal del mundo,
lo aceptamos sin pesares ni penas.
Entonces, nuestra gracia deja de cegarnos
y nos volvemos tan valientes como para vivir de verdad.
Junto a tu mano, que sostiene el señor
y me conduce sobre lo desconocido.
Estaremos, seremos y conoceremos
la belleza que nos ocultaron de esta tierra.
La inteligencia, la virtud, el amor,
la verdad, la poesía, el arte,
la ciencia, la naturaleza, la fe.
Todas son nuestra condición eterna.
Mientras que la humanidad grita irascible,
implora y suplica la libertad, la gracia y la vida
¡Piden dejar de ser humanos!
Festejamos, sonreímos y nos entregamos.
No se dan cuenta de esta tierra para la que fuimos hechos,
no más sino para presenciarla y contemplarla.
Nada más simple pero ameno:
¡Vivir como seres humanos!
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Autor:
J.M Aceros Bernal (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 11 de junio de 2025 a las 10:21
- Comentario del autor sobre el poema: Un poema para el universo.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 7
- Usuarios favoritos de este poema: alicia perez hernandez, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., EmilianoDR
Comentarios1
Fuertes e intensos de reflexivos versos que nos deben hacer pensar. Saludos poeta
Muchas gracias por su comentario. Agradecería que compartieras el poemas con más personas, para que así pueda ser apreciado por el mayor numero posible de lectores.
USTEDES LOS NUEVOS SE CREEN ARTISTAS Y NO LE COMENTAN A NADIE EL HECHO DE QUE TE COMENTE ASÍ SE ACOSTUMBRA AQUÍ SABES CUANTOS AÑOS TENGO EN POEMAS DEL ALMA???? 12 AÑOS Y TU YA ME LEISTE AUNQUE SEA UN POEMA??????? TODOS DEBEMOS DE LEERNOS ENTRE TODOS NADIE MAS QUE NADIE TODOS SOMOS COMPAÑEROS DE LETRAS
Buenas noches, disculpe señora; yo no soy el escritor de estos poemas. Soy alguien que trabajaba difundiendolos, pero con mucho gusto; podré contactar con el autor para que él personalmente lea su obra. Mil disculpas.
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