Tarde gris

No encuentro la manera para empezar esto.

Hoy todo me duele, aunque fue una pelea ganada, siempre hablaste con la verdad, nunca agarraste el hilo de mi sentir, yo sola me enredaba en tu ratos, tu voz, tu mirada y tus besos, por las noches antes de dormir, me dormía feliz, tu voz me arrullaba, me hacia volver a tener sueños, volver a tener ganas de despertar y volver a escucharte, saber que estabas ahí me daba confianza, me hacía esperarte, pasaron los días y te perdías en la oscuridad de la noche, donde no podía escucharte, mis sueños se fueron contigo, fue poco lo que duró, pero el más mínimo trato bueno que tuviste hacía a mi, me hizo volar, me hizo desear que fueras tú, nadie más, solo tú. Pero tú, no querías que fuera yo, tus palabras siempre fueron las mismas, una tarde llamaste volví a ser feliz por un instante, pero sabía que era la llamada del adiós, quería contarte lo que había pasado desde que te fuiste, pero tus ganas me detuvieron, comentaste algo sobre que no estabas listo y no querías lastimarme. Ya lo hiciste pensé y me perdí en mis pensamientos, me quedé en silencio y tú seguiste hablando, yo siempre entiendo, no te preocupes, me sentí aliviada porque nadie es valiente para decir la verdad, nadie. Ahora duermo y espero tu llamada, se que no volverás, pero aquí estaré esperándote, esperando a que vuelvas a llenar mis sueños, mis ganas de despertar, mis ganas de volver a llamar...