Eras una pequeña niña,
Buscando diamantes en bruto
En las tinieblas buscabas
La piedra más brillosa.
Tus manos llenas de callos
Tus pies llenos de grietas
Y tú alma rota en mil pedazos.
Buscas, y nunca llega el:
Te amamos, te queremos...
En lugar de eso,
Terminas en el suelo
Con la marca de la vara en la espalda
Llorando en el piso sin consuelo.
Escarbas más, el pico es pesado
Te falta aire en los pulmones...
Llevas piedras preciosas
Pero, nunca es suficiente.
¡Necesito que sea más grande!
¡Quiero que sea más brillosa!
¡Quiero que todos de esta piedra hablen!
Minas hasta el cansancio
Hasta que tus manos estén en carne viva...
Pero tú alma llace destruida
Dejas este mundo
Con tierra debajo de tus uñas
Un bolso lleno de esmeraldas
Y un corazón quebrantado
Por las exigencias de la persona que debió amarte más
Tu propia madre.
Descansa niña pequeña
Lograste mucho más de lo que puedes imaginar
Te mereces todo lo que te deben
Y más que eso.
Niña, buscaban diamantes
Que ciegos estaban por qué nunca te vieron a ti.
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Autor:
Quetzalli (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 11 de junio de 2025 a las 00:43
- Categoría: familia
- Lecturas: 10
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, ElidethAbreu, Mauro Enrique Lopez Z., Poesía Herética
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