Quien iba a imaginarse que unas manos crueles
Arrastrarían tus entrañas de cuajo
Cómo creer que una lluvia de besos
Se convertiría en una tempestad sin respiro
Cómo asumir que se asfixia tu garganta sin alma
Dentro de tu lecho de amor
Acariciar a tu asesino entre las flores de tu paraíso
Como un impostor que fuera fríamente calculando
Qué día cortaría tu tallo
Porque ya no sonreía a sus déspotas querencias…
Mientras todos los hombres no seamos uno
Habrá resquicios de sospecha
Condenar no es salir a la calle un centenar de hombres…
Condenar es salir todos a la calle… TODOS
Y buscar por los escondites a aquellos que se oculten
Porque esos son el caldo de cultivo de las siguientes agresiones
Arrancar las entrañas de una rosa
- desdorar la honra de los almendros --
apedrear un cráneo de jazmín --
provocar una hemorragia en el corazón del mar –
- tirar de la soga por el cuello de la inocencia –
Un ser que abre las compuertas
de su pantano de locura de maldad…
un ser … nunca un hombre
– un salvaje enloquecido desprovisto de humanidad –
un mal nacido cascajo del infierno --
ha-cha-zo – bru-tal – te ha de—rri-ba—do!
Pero sobran las palabras
Solo sirve gritar la impotencia
– desnudarse y volar por el acantilado –
Abrazarse en torno de los despojos y llorar…
El volcán de la violencia deja sin pulso al canto de los ruiseñores…
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Autor:
Andiuz (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 10 de junio de 2025 a las 20:16
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 20
- Usuarios favoritos de este poema: Tommy Duque, alicia perez hernandez, pasaba, El Hombre de la Rosa, La Hechicera de las Letras, Javier Julián Enríquez, EmilianoDR, Nelaery
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